Video: Así luce la cabina de la primera nave de turismo espacial

Virgin lanza sus alternativas de turismo espacial. En la carrera por la conquista del espacio, una de las posibilidades que está cada vez más cerca es que cualquier persona pueda elegir como destino turístico lugares fuera de nuestro planeta.

Una posibilidad que ya la empresa Virgin está adelantando y reveló las imágenes de la que sería la primera nave de turismo espacial.

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Con este proyecto de Virgin, la experiencia de observar directamente cómo se ve la Tierra desde el espacio exterior ya no será exclusividad de los astronautas.

Para que cualquier persona, con los recursos necesarios, pueda disfrutar de esta experiencia, los desarrolladores pensaron en todo.

“Trabajamos en base a tres ejes: seguridad, confort y la experiencia especial. Por eso hay asientos súper seguros y cómodos. Sentimos que necesitábamos de una docena de ventanas para la entrada de luz y también un espejo espacial en la parte trasera para que la gente se pueda ver en el espacio”, explicó George Whitesides, jefe de la oficina espacial de Virgin Galactic.

La cabina de la nave espacial turística está diseñada para seis pasajeros que podrán disfrutar de los confortables asientos, contemplar el espacio a través de una docena de ventanas y serán observados por 16 cámaras de alta resolución.

“Instalar esas cantidad de cámaras de una forma segura y que no resultara invasiva, y que además fuera capaz de registrar todo lo que ocurre en la experiencia de nuestros clientes, fue todo un desafío, pero creo que lo logramos resolver exitosamente con este diseño”, comentó Whitesides.

Aunque, inicialmente, la nave no llegara tan lejos como las que transportan astronautas, es un primer paso para la exploración turística del espacio.

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Un lujo que pocos podrán darse, puesto que el boleto que asegura uno de los seis puesto cuesta 250 mil dólares, aproximadamente 190 millones de pesos.

Pese al elevado costo, antes de la pandemia ya habían 600 tickets vendidos. Uno de los primeros turistas sería el propio Richard Browson, dueño de la compañía.