La cuenca del Maipo es la principal fuente de abastecimiento de agua para la Región Metropolitana, hogar de más de 7 millones de habitantes. La mejora en la gestión del recurso hídrico, la institucionalidad, y la información disponible, junto con una protección real a los ecosistemas críticos, especialmente en la cordillera, son aspectos clave para enfrentar la actual crisis. Ante esta situación, el Gobierno Regional Metropolitano ha puesto en marcha el Organismo de Cuenca del río Maipo (OdCM), la primera experiencia en Chile de gobernanza a nivel de cuenca hidrográfica, implementada siguiendo recomendaciones internacionales.
Para profundizar en el tema, conversamos con Ulrike Broschek, subgerente de sustentabilidad en Fundación Chile y líder de Escenarios Hídricos 2030. Broschek ha estado involucrada en el desarrollo de esta iniciativa desde sus inicios en 2016. Según ella, este organismo surge en un contexto donde Chile, a pesar de contar con múltiples informes y diagnósticos, no había logrado consolidar una gestión descentralizada del agua. “Nos estábamos quedando atrás a pesar de que esto viene proponiéndose desde los años 90”, afirmó Broschek.
La creación del OdCM es un paso significativo, dado que Chile era el único país de la OCDE sin organismos de gestión hídrica a nivel de cuenca. El fuerte centralismo y la fragmentación institucional, con más de 56 organismos estatales con atribuciones para gestionar el agua, han sido obstáculos históricos para una gestión eficiente del recurso. Sin embargo, el liderazgo político del gobierno metropolitano ha sido crucial para superar estas barreras.
Además del lanzamiento del OdCM, se han aprobado varios proyectos piloto diseñados para transformar la región. Estos incluyen soluciones de infraestructura verde y azul en las ciudades, como pavimentos permeables, jardines de lluvia, plazas de agua y la recuperación de humedales. También se contemplan proyectos de eficiencia hídrica en la agricultura, combinando soluciones basadas en la naturaleza para almacenar e infiltrar agua durante épocas de lluvia.
“Estamos sacando más agua de la que está entrando en nuestro acuífero, con una sobreextracción que podría agotar esta reserva en 60 años“, advirtió Broschek. Los proyectos aprobados buscan recargar los acuíferos y hacer la cuenca más resiliente frente a la escasez de agua.
En conclusión, el lanzamiento del OdCM y la aprobación de estos proyectos representan un cambio de paradigma en la gestión del agua en Chile, promoviendo una mayor resiliencia y sostenibilidad en la región metropolitana. La urgencia climática y la necesidad de acuerdos sólidos hacen de esta iniciativa un paso crucial para asegurar el suministro de agua en el futuro.
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