Actualmente, se producen cerca de 50 millones de toneladas de aparatos electrónicos que anualmente son desechados , según señala el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas.
De esos desechos, nuestro país es el que más contribuye en nuestra región. Se estima que cada chileno y chilena produce al menos 11 kilos anuales de esta basura.
Más allá de las cifras, el problema es que pocos saben qué hacer con los estos aparatos o incluso dónde reciclarlos, ya que la inmensa mayoría termina en vertederos.
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Pero eso esperan que se le ponga un punto final pronto, porque ahora un refrigerador o lavadora puede ser transformado en fierro como material de construcción. Eso es lo que busca el reciclaje de basura electrónica, que las mismas empresas se hagan responsables.
“La idea es que cuando un cliente quiera cambiar una lavadora, refrigerador, cocina, productos de linea blanca puedan pedirlo con Recicambio, eso quiere decir que como Paris vamos a buscar su antiguo producto para que este sea reciclado junto a Degraf”, explica Camila Claps, subgerente de Sostenibilidad de Paris.
La campaña busca facilitar el proceso de reutilización de la basura electrónica, para que el artefacto en desuso tenga otra vida luego de ser retirado.
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“Se desmantelan todos los equipos y se generan diferentes subproductos: plásticos, metales como la lata,
el aluminio y o el cobre”, detalla Gabriela Pérez, gerenta general Degraf.
Degraf se encarga de uno de los pasos más importantes: desarmar los artefactos que ya no sirven, como celulares, lavadoras, microondas y computadores para que tengan un nuevo uso.
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“Lo que para ellos es un elemento que puede ser basura, hay gente como nosotros que podemos darle un nuevo
uso al producto”, comenta Gabriel Lopez, ejecutivo de Industrias AZA.
De esta manera, lo que era considerado basura ahora puede ser transformado en materias primas y
productos como barras de hormigón utlizada para la costrucción.
Con estas opciones se pretende reducir la basura eléctrónica en nuestro país y en el mundo, porque, de no ser así, para el 2050 podrían haber hasta 120 millones de toneladas de esta basura.
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