Rafael Yuste, neurobiólogo, investigador de la Universidad de Columbia y encargado del proyecto B.R.A.I.N., en conversación Humberto Sichel habló sobre los desafíos de los neuroderechos en relación a la indagación profunda del cerebro y la conciencia.
El experto afirmó que la razón de la porque está en Chile es para participar en el inédito proyecto de ley sobre neuroderechos y protección de datos personales.
“Nosotros estamos desarrollando estas técnicas para ayudar a los pacientes con problemas neurológicos. Pero las mismas técnicas te permiten acceder a la mente humana por primera vez y poder en el futuro descifrar la mente humana e interferir con lo que ocurre dentro de la cabeza“, afirma Yuste.
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“Esto evidentemente tiene consecuencias muy serias para la sociedad, y consecuencias éticas que tenemos que ver con antelación y sentar las bases para que esta tecnología se utilice para el bien de la humanidad, no para abusar de la gente“, agrega.
Agrega que es esencial proteger dicha privacidad porque es una cuestión fundamental “que tiene que ver con lo que significa ser humano. Por ejemplo la identidad personal, el libre albedrío, la capacidad de cambiarnos como somos cognitivamente, la privacidad mental, o sea, tus ideas, tu pensamiento”
“Nosotros pensamos que una pieza clave es la definición legal de neurodatos, que a diferencia de los datos -que puedes tener en tu computadora o en tu teléfono móvil- los neurodatos es la actividad cerebral y eso tiene que ser protegido y tiene que haber una línea roja que no se puede cruzar“, agrega el experto a cargo del proyecto B.R.A.I.N.
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“Nosotros pensamos que una definición legal de neurodatos, con una protección legal, igual que fuese un órgano, sería la primera pieza para lograr que la avalancha de técnicas no nos coman y no nos dejen desprotegidos en el futuro“, agrega Yuste con respecto al desarrollo de una ley que proteja los neurodatos.
A la vez el experto agrega que siempre que el hombre se ve enfrentado a lo desconocido tiene miedo. Pero afirma que los avances en el análisis del cerebro serán responsables de un “nuevo renacimiento”, en el que, según Yuste, miraremos hacia épocas pasadas y diremos “no puedo creer que éramos tan primitivos y burdos”.
“Nuestra propuesta es que se hagan cargo de estas decisiones tan difíciles el estamento médico. Que la medicina, que tiene una historia de dos mil años de ayudar a la humanidad, en una profesión humanista con una carga deontológica y ética básica“, agregó el neurobiólogo.
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