¿Sabía que la mayor parte de la superfice del archipiélago de Juan Fernández está compuesta por especies únicas en el mundo?
Tanto su flora como su fauna son especies de una gran belleza y que sorprenden por ser únicas de este territorio, sin embargo, están en peligro de extinción. Desde plantas como el naranjillo, hasta animales como el picaflor rojo son algunos ejemplos.
Justamente se estima que solo hay entre 400 y 500 picaflores rojo pero no solo en el archipiélago, sino en todo el planeta.
En tanto que el árbol llamado Juan Bueno, según explica Pablo Manríquez de la ONG Oikonos, “es el que le da el néctar al picaflor y son árboles endémicos, por eso hay que protegerlos”.
“El picaflor no nidifica acá , lo hace en una Luma, solo en ese árbol. Por eso sin estos árboles practicamente el picaflor no tiene azucar ni donde hacer los nidos“, advierte el mismo miembro de la ONG que lleva más de 18 años junto con Conaf en la conservación de la flora y fauna nativa.
Pero no es solo la acción directa del ser humano la que pone en peligro su existencia: “En 2015, 2016 y 2017 tuvimos ráfagas de viento de 170 kilómetros por hora y justo en invierno cuando los picaflores comienzan la nidificación y tuvimos muchas pérdidas. Nunca habíamos tenido esas condiciones y es gracias al calentamiento global”.
Y es que todo es un círculo natural que si no se protege puede ponerse en peligro sin retorno: sin el “Juanito Bueno”, el picaflor no se alimenta, sin la luma no puede hacer sus nidos, sin control de animales domésticos son atacados.
Y sin esta ave, la isla tendría grandes problemas de polinización y con eso el daño de toda una biodiversidad cuyo destino esta cada vez más en juego principalmente producto de especies invasoras como la mora, murta y maqui, especies que podrían afectan hasta el futuro del pueblo.
Así lo ratirica Manríquez, ya que advierte que esas tres especies “están subiendo hacia el bosque más prístino donde está nuestro atrapa niebla natural: hacia al cerro Yunque que tiene 915 metros de altura y practicamente el 75% del año está cubierto o sea está recopilando agua que luego irá al poblado”.
¿Y cuál es el problema? Las raíces de las “especies exóticas invasoras” están muy superficiales y captan fácilmente el agua más que las especies nativas y endémicas que tienen raíces más profundas.
“Tenemos un plan de conservación que consiste en trabajar con las especies que están en peligro de extinción, la idea es sacarla de ese estado con la colecta donde las semillas se van a un banco de semillas donde aseguramos a las especies y el otro porcentaje se va a los invernaderos para hacerlas germinar y de esta manera hacer restauración ecológica”, explica Guillermo Araya, administrador del Parque Nacional archipiélago Juan Fernández
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