En medio de la rápida evolución de la inteligencia artificial, el debate sobre su impacto en nuestras capacidades cognitivas es más relevante que nunca.
Paul Anwandter, experto en programación neurolingüística e hipnoterapeuta clínico, plantea que, si bien las tecnologías como el GPS y el GPT han facilitado muchas tareas, también han reducido la capacidad del cerebro humano para realizar funciones esenciales. Según Anwandter, el reto no es simplemente adaptarse, sino también preservar y fortalecer nuestras habilidades humanas más fundamentales.
Anwandter destaca que la inteligencia artificial, aunque poderosa en términos de procesamiento de datos, carece de la conciencia y ética que caracterizan a los seres humanos.
Para él, la clave está en desarrollar una conciencia crítica sobre nuestro propio ser, nuestra identidad, y los valores éticos que guían nuestras decisiones. “La máquina nunca llegará a ser como el humano”, afirma, subrayando la importancia de mantenernos por encima de la tecnología.
El experto también reflexiona sobre la necesidad de líderes éticos y conscientes que puedan utilizar la inteligencia artificial de manera responsable, garantizando que esta herramienta beneficie a la sociedad sin comprometer nuestros valores fundamentales.
Según Anwandter, debemos enfocarnos en cómo la tecnología puede complementar, y no reemplazar, nuestras capacidades naturales, especialmente en un mundo donde la singularidad tecnológica se acerca cada vez más.
En definitiva, Anwandter nos invita a reflexionar sobre el rol que queremos que la inteligencia artificial juegue en nuestras vidas y cómo podemos asegurar que siga siendo una herramienta a nuestro servicio, y no al revés.
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