El pacto pionero que firma Chile para reducir la contaminación que produce el plástico en el fondo del mar

Anualmente, 8 millones de toneladas terminan en el océano. Un 70% de esos desechos quedan en el fondo marino. En una imagen, es como si un camión repleto de plástico hiciera una descarga de este material directamente al mar cada un minuto.

Esas son las dramáticas cifras que mueve el plástico y son un recordatorio constante para todos los países que es momento de ponerse manos a la obra y hacer algo al respecto, porque en unos años no serán sólo los animales los que sufrirán las consecuencias.

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Con esto en mente es que Chile se convirtió en el primer país latinoamericano en suscribir el llamado “Pacto de los Plásticos”, un acuerdo entre el mundo público y privado para reducir este residuo y bajar la cifras de la contaminación a nivel mundial.

Y es que las cifras que arroja nuestro propio país en esta materia tampoco son nada de alentadoras: sumamos más de un millón de toneladas al año y menos de un 10% se recicla.

“Que no se utilice el plástico de un solo uso, que podamos recolectar el plástico para utilizarlo con un solo foco, que la economía del futuro sea 100% circular en el uso del plástico”, comentó la ministra del Mediambiente, Carolina Schmidt.

El pacto se basa en un modelo británico que contempla crear una economía post consumo efectiva de este material.

Así lo explica Alejandro Jadresic, presidente de Fundación Chile. “Un diseño mejor de los plásticos que permita heredarlos más fácilmente, usarlos cuando sea necesario y establecer esquemas de reciclaje y descomposición del plástico”.

¿Y en qué consiste esto? En empezar a usar y distribuir envases reciclables, reutilizables o compostables, instalar composteras orgánicas en centros de comida, recuperar empaques y reciclarlos, todo para poner en marcha un sistema de gestión sustentable.

Si bien las metas del pacto quedarán claras en junio, todo se vuelve urgente al considerar que una bolsa de plástico tiene un uso de 15 minutos, pero son 400 años los que tarda en degradarse.