Nieve y mucho frío. Autopistas y aeropuertos colapsados. Así fue el paso de la tormenta apodada como “La bestia del Este” y que azotó a Inglaterra y a gran parte de Europa a fines de febrero e inicios de marzo del año pasado.
¿Por qué lo recordamos ahora? Porque el mismo fenómeno que la originó en el hemisferio norte, se replicará a este lado del mundo.
Se trata de un calentamiento súbito estratosférico sobre la Antártica, uno que en el hemisferio sur no ocurre desde 2002.
Esto significa que el aire que está a 50 kilómetros de altura sobre dicho continente se calienta en pocos días hasta 50°, pasando de sus -90°C habituales a -40°C, según aclaró Adam Scaife, jefe de Predicción a largo Plazo de en MET Office.
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En esta animación, del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda, se evidencia cómo avanza el calentamiento súbito estratosférico en el globo terráqueo.
Este calentamiento comenzará a ocurrir este martes y traerá dos efectos concretos.
El primero de sus efectos es que este calentamiento facilita el escape de aire frío que habitualmente está sobre el polo hacia otras zonas, como quien abre la puerta de un congelador y deja que salga el aire frío, detalla Raúl Cordero, académico del Departamento de Física de la Usach. Así, esa masa puede salir a cualquier parte del hemisferio sur, incluyendo Chile.
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El segundo efecto es sobre el agujero negro en la capa de ozono, el que se verá debilitado dado que necesita frías temperaturas en la estratósfera para crecer.
Algo que ya pasó en 2002 y que queda demostrado en esta imagen, que muestra el agujero de la capa de ozono entre los años 2001 y 2002, mostrando el claro efecto del calentamiento súbito estratosférico. Fenómenos climáticos extremos cuya frecuencia se ve incrementada a raíz del calentamiento global.
Martes / 22:30 / CNN Chile
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