Fue un despegue hacia una nueva era. El sábado 30 de mayo, a las 3 de la tarde con 22 minutos pasó a la historia como el momento cuando el mundo entero vio cómo el cohete Falcon 9 y dos astronautas a bordo, Robert Behnken y Douglas Hurley, dejaron la Tierra para conquistar el espacio.
Alcanzó una velocidad de 6 mil kilómetros por hora y tras dos minutos y 30 segundos de su lanzamiento, el transbordador de SpaceX alcanzó los 200 kilómetros hacia el cielo para mostrarnos en primera persona cómo lograba exitosamente ponerse en órbita.
Lee también: Impresionante explosión de una nave de prueba de SpaceX en Texas
“El lanzamiento fue un éxito rotundo. Cambia el paradigma y permite acelerar la exploración espacial reducir los costos y avanzar rápidamente en una colaboración entre la agencia espacial (NASA) y los privados (SpaceX)”.
Es el relato del ingeniero chileno Eduardo Bendek, quien vivió el episodio muy de cerca. Él trabaja para la NASA y por eso nos cuenta la emoción vivida en Florida, Estados Unidos.
El lanzamiento del sábado fue un éxito y que el mundo observó en medio de la pandemia por COVID-19. Pero no fue una tarea fácil, tres días antes, el miércoles 27 de mayo, el propio cielo les cerraba la puerta a Behnken y Hurley, en un primer intento que tuvo que ser pospuesto por el mal tiempo.
Tampoco fue un buen augurio la mega explosión registrada tan solo 24 horas antes, cuando otro modelo de SpaceX, que pretende llegar a Marte, ardió en llamas tras una falla en las pruebas.
Pese al nerviosismo, este sábado todo fue distinto, y más de 20 millones de personas fueron testigos del inicio de una nueva y ambiciosa carrera espacial.
“Esto abre la posibilidad de que hay más vuelos al espacio, de hecho, es muy importante porque desde 2011, los astronautas norteamericanos iban al espacio por medio de los cohetes rusos“, comenta Gaspar Galaz, director del Instituto de Astrofísica de la UC.
Tan impresionante como el despegue también lo fue el preciso y perfecto aterrizaje del cohete que llevó al Crew Dragon hasta el espacio. Esta es la clave porque a contar de ahora, estos mismos cohetes podrán ser reutilizados en futuras misiones, abaratando significativamente costos y entregándonos la posibilidad de ver estas imágenes de forma mucho más recurrente.
Lee también: Suspenden el lanzamiento tripulado de la NASA y SpaceX por mal clima
“Es una oportunidad única, de ver de cerca cómo SpaceX se ha ido desarrollando, desde una empresa muy chica, hasta este gigante que es ahora“, dice el ingeniero chileno Bendek desde la NASA.
El peluche dinosaurio de una de las hijas de los astronautas fue el primero en soltarse el cinturón y sentir la falta de gravedad. Fueron 19 horas de vuelo espacial hasta hacer contacto con la Estación Espacial Internacional, donde Behnken y Hurley fueron recibidos por los tres humanos que la habitan, concretando así el éxito de la misión.
Allí permanecerán hasta agosto de 2020 cuando deben regresar a tierra firme, tras haber dejado un mundo dominado por el COVID-19 y con severas protestas sociales por todo Estados Unidos.
Deja tu comentario