María Tereza Ruiz: “Con las tormentas solares, los GPS pueden dejar de funcionar”

Diferentes expertos han afirmado que el Sol estaría entrando en su llamado “ciclo 25”, advirtiendo a la vez que este sería mucho más activo y errático que los vistos en años previos. De hecho, con una erupción solar que logró afectar las telecomunicaciones de Sudamérica hace unos cuantos días, se han realizado proyecciones que afirman que nuestra estrella madre debería entrar en su periodo de mayor actividad entre enero y octubre del próximo año.

Para hablar con respecto a esto es que Futuro 360 conversó con María Teresa Ruiz,  reconocida astrónoma de la Universidad de Chile y galardonada con el Premio Nacional de Ciencias Exactas en 1997. Comenzando la entrevista, la experta señaló que el sol está alcanzando su máximo de actividad, un ciclo que se repite cada 11 años. Sin embargo, lo intrigante es que las tormentas solares más intensas han ocurrido en un momento inesperado, durante un mínimo solar, desafiando la previsibilidad del astro rey.

“El sol nos ataca con diversas manifestaciones, desde llamaradas de rayos X hasta chorros de partículas de alta energía y eyecciones de plasma solar“, explicó Ruiz durante la entrevista. Estos fenómenos, además de deslumbrantes, tienen un impacto significativo en la Tierra.

¿Cómo afecta la actividad Solar a las corrientes eléctricas del planeta?

Una de las consecuencias más notorias es la inducción de corrientes eléctricas intensas a nivel de la superficie terrestre. Este fenómeno puede resultar en el derretimiento de cables eléctricos e incluso afectar las líneas de comunicación submarinas.

“Con las tormentas magnéticas de masa solar, los sistemas de navegación como el GPS dejan de funcionar, ya que se pierde la referencia de los polos magnéticos que forman nuestro escudo protector”, advirtió la astrónoma.

La entrevista también destacó la importancia de comprender la historia del sol y su actividad en el contexto de la vida en la Tierra. Se determinó que nuestro sol pertenece al grupo de estrellas menos activas, a diferencia de la mayoría que presenta llamaradas y actividad solar incompatible con la vida tal como la conocemos.

Ante la amenaza de las tormentas de plasma solar, Ruiz mencionó la existencia de una solución práctica: la jaula de Faraday. “Cubres todo el instrumento con una malla metálica, y cuando llega esta electricidad tan fuerte, se reparte por esa jaula y no penetra”, explicó la astrónoma, ofreciendo una posible defensa contra los efectos perjudiciales de estos eventos solares.