María Argudo-Fernández sobre el turismo espacial: “De todo desarrollo tecnológico al final la sociedad se beneficia”

Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, viajó al espacio y regresó este martes por la mañana en un viaje supersónico de 11 minutos a bordo del sistema de cohetes y cápsulas desarrollado por su compañía espacial, Blue Origin.

El estadounidense no es el único multimillonario que quiere conquistar el espacio más allá de la Tierra, ya que Richard Branson y Elon Musk, fundadores de Virgin Galactic y SpaceX respectivamente, también han invertido grandes sumas de su fortuna para logar este objetivo.

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En conversación con Futuro 360, María Argudo-Fernández, presidenta de la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS), sostuvo que el nuevo logro de Bezos “abre una posibilidad muy grande y una nueva ventana al desarrollo de la tecnología”.

“Si bien a corto plazo parece que es algo que no nos va a llegar, que la sociedad no se va a beneficiar, pero a la larga sí. De todo desarrollo tecnológico y científico al final la sociedad se ve beneficiada y eso es positivo”, manifestó la astrofísica, respecto al nuevo hito especial de Blue Origin.

Actualmente, las misiones al espacio requieren grandes sumas de dinero para llevarse a cabo. Argudo-Fernández espera que en los próximos años “los costos sean un poco más accesibles al resto de las personas, para que todos tengamos el derecho de tener este nuevo punto de vista sobre nuestro planeta”.

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Los viajes de Bezos o Branson podrían, eventualmente, ser disfrutados por cualquier persona, ya que el poco tiempo que están en el espacio no plantea “problemas fisiológicos importantes”. “Los mayores riesgos serían al momento del empuje (…) donde la aceleración es muy alta”, dijo Argudo-Fernández.

Según la astrofísica, uno de los principales problemas de estas misiones es que “la contaminación que generan es muy alta”. “Si se va normalizando debería haber algo que regule el nivel de contaminación y daño que puedan generar, ya que al final todos queremos disfrutar el espacio, pero nuestro planeta tiene fecha de caducidad”, reflexionó.