Laura Ossandón tiene 7 años. Acaba de terminar primero básico y, aunque recién aprendió a leer, ya sabe que es fanática de Darwin y que quiere ser bióloga marina.
Acostumbrada a pasear por las rocas de la Caleta Chañaral de Aceituno, ubicada en la Región de Atacama, Laura dedica largo rato a contemplar el entorno que la rodea.
Marinella Maldonado, su madre, es guía turística y guardaparques de Conaf. Cuenta que Laura, por ser la menor de cuatro hijas, la acompaña desde pequeña a las excursiones, y escucha atenta cada historia que se relata durante el paseo.
“Siempre ha estado conectada al tema científico, lo que no tiene claro es cómo. A veces es entomóloga; otras, bióloga marina. Sí es seguro que será algo de protección de la naturaleza”.
El interés de la niña por estos temas tiene un origen tan lógico como la ciencia, pues Marinella, en su rol de dirigenta social, trabaja con personas de distintos rubros relacionados al cuidado del medio ambiente.
Así, escuchando y preguntando, es como Laura ha adquirido los conocimientos que amablemente comparte con quien se interese (o no) en ellos.
“La Laura sabe mucho, pero además es muy divertida porque mezcla sus explicaciones con las fantasías que se hace, como cualquier niña. Siempre cuenta cosas diciendo ‘cuando yo investigué…’ “.
Lejos de la anécdota, las investigaciones la llevaron a liderar sus propios recorridos, pues conoce la zona como la palma de su mano.
En la compañía incondicional de gata Elena y su orca de juguete, recibe a los turistas con historias del pueblo, habla de pingüinos, lobos de mar, ballenas y delfines y, por supuesto, enseña cómo cuidar el medio ambiente.
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