En Chile, una ducha diaria y larga pasa a ser propia de nuestra costumbre. Sin embargo, el calentamiento global y la escasez hídrica hacen que repensemos la cantidad de minutos que nos tomemos en este ritual.
En las ciudades, las personas suelen tomar duchas que van de 5 a 10 minutos, o incluso otros lo hacen por más tiempo.
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Algo que parece un despropósito si comparamos con la realidad de la gente que vive en zonas rurales con escasez de agua, donde se las deben arreglar con 50 litros por persona a la semana.
Así lo comenta una Victoria Cabello, una vecina de la localidad de Pelvín, en Talagante, quien comenta que “tenemos baño, pero hay que andarlo llenando con tiestos, si nos bañamos tenemos que hacerlo también con tiestos“.
“Una persona que vive con 50 litros a la semana vive con 2,5 litros de ducha de una persona de Santiago“, detalla Rocía Espinoza, directora ejecutiva de Fundación Amulén.
En la misma linea, enfatiza que “básicamente una ducha de una persona normal son 20 litros por minuto“.
Las duchas son el principal factor que incide en el consumo de agua hogareño. De este modo, y en pos de combatir los efectos del cambio climático, acortarlas, y, por qué no, dejar de lado su uso diario no parece una mala idea.
“Viene un cambio de hábito importante, muchas otra gente dice un día ducha y el otro nos lavamos en el lavamanos”, recomienda el ministro de Agricultura, Antonio Walker.
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Y claro, puede sonar poco higiénico para la salud. Pero la evidencia empírica dice que no y que es sólo algo cultural. En Europa dejó de ser tema hace rato.
Independiente de las causas, el tema de la escasez hídrica preocupa, y obligó a la autoridad a tomar nuevas medidas: Se decretó zona de emergencia agrícola a la región de O’Higgins.
De esta manera, la región se suma a Valparaíso y Coquimbo, zonas donde la falta de agua ya causa problemas. Uno que podemos combatir en casa, procurando no malgastarla, entre otras cosas, tomando duchas tan largas.
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