En una sala de monitoreo a 40 metros de profundidad, las cámaras transmiten en tiempo real la actividad dentro de una jaula de salmones, algo que hasta hace pocos años era impensable. “La incorporación de robótica, inteligencia artificial y energías limpias ha revolucionado la industria”, comenta Alexis Bolados, Gerente de Farming de Ventisqueros.
La salmonicultura, segunda mayor industria de exportación del país, está adoptando tecnologías avanzadas para mejorar sus procesos. En la sala de alimentación remota de Ventisqueros, la inteligencia artificial permite observar el estado de los peces y alimentarlos a distancia. Según Agustín Adasme, Gerente de Alimento y Alimentación de Ventisqueros S. A., esta tecnología es crucial para la producción, que en 2023 alcanzó las 55 mil toneladas. La mayor parte de los costos de la industria se destinan a la alimentación de los peces, que también contribuye a la carga de nutrientes en el mar y afecta al ecosistema marino.
La innovación no se detiene ahí. En el Canal de Chacao, donde se está construyendo un puente para mejorar la conectividad, la salmonicultura también avanza con el uso de energías renovables. Los pontones sobre el mar, que sirven como puntos de operación y hogares para los trabajadores, ahora cuentan con sistemas eléctricos más eficientes y silenciosos, como señala Rubén Álvarez, encargado de Sistemas Eléctricos en Ventisqueros S. A.
Bajo el agua, la transformación es igualmente notable. El robot submarino Caleuche, operado a control remoto, ha reducido en un 90% las inmersiones de los buzos, una profesión de alto riesgo según la Asociación Chilena de Seguridad. Cristian Ibarra, ex buzo salmonero, ahora supervisa las faenas desde la superficie, reflejando un cambio significativo en la industria.
Ventisqueros, con casi cincuenta años de expansión en Chile, lidera estos avances tecnológicos que buscan optimizar los recursos y mejorar las condiciones de trabajo, mientras reducen los impactos ambientales. “Estas tecnologías no solo optimizan los recursos, sino que también mejoran los procesos productivos y reducen los impactos contaminantes y ambientales”, concluye Alexis Bolados.
La adopción de estas innovaciones en la salmonicultura chilena representa un paso crucial hacia un futuro más sostenible y eficiente, alineando la industria con las demandas de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.
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