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“La nanociencia es el estudio de cosas que son muy pequeñas y la razón de por qué uno quiere estudiar esas, es porque las pequeñas son diferentes que las cosas grandes”. La respuesta de Iván Shuller, Director del Centro de Nanociencia avanzada de la Universidad de California parece simple, pero ciertamente no lo es.
“Esa es la cosa que la mayoría de la gente no entiende entre la diferencia de ciencia y tecnología. En ciencia nosotros buscamos cosas que son raras y a veces esas cosas son aplicables y aveces no son aplicables”, dice el también profesor de física y asesor del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología CEDENNA.
El problema, dice Schuller es que la mayoría de la gente quiere encontrarle una utilidad instantánea a las cosas, y así no funciona la ciencia.”Yo no voy a mi laboratorio y busco alguna cosa, yo voy a mi laboratorio y veo si hay algo extraordinario”, agrega.
Por eso, cuenta el académico, uno de los puntos importantes para comenzar a acercar temas aparentemente tan complejos a todas las personas, es que veamos las cosas de manera diferente. Pensar y ver en nano (pequeño) es distinto a ver y pensar en más grande. Explicar en detalle como funciona un celular en términos científicos, “es muy aburrido y no es interesante para alguien que no entiende los detalles, pero sí es sumamente útil”. Pero sin la ciencia, no tendríamos ni un teléfono, no te podrías comunicar con los satélites, no podrías escuchar radio.
El científico experimental intenta, además, demostrar cómo la física cuántica se relaciona a la nanociencia. En física cuántica, un gato puede estar vivo y muerto a la vez. “No hay cómo explicártelo porque los fenómenos son tan inusuales que tu no estás acostumbrado a pensar en esos términos, ese es el problema”. Por eso subraya la importancia del pensamiento diferente. “En el día a día el gato o está vivo o está muerto, en el día a día la pelota rebota pero no se aparece de un lado a otro. En la física cuántica, cuando las cosas son muy pequeñas es muy diferente, es completamente diferente. El gato puede estar vivo y muerto a la vez, la pelota puede desaparecer en este lado y aparecer en el otro”, comenta.
La computación neuromórfica es mirar al cerebro humano y preguntarse por qué el cerebro humano puede hacer cosas que un computador no puede hacer. “Yo siempre doy el ejemplo de mi nieta que es capaz de ir a una caja de juguetes, agarrar el juguete, un cierto juguete y sin tener que calcular nada aprendió a hacer eso sola, sin que yo le enseñe, sin que los padres le enseñen. ¿Cómo puede ser eso posible? Eso es lo que hace la computación neuromórfica”.
El propósito de la computación neuromórfica es hacer una máquina que funcione como el cerebro y que sea eficiente energéticamente.
Además, el científico y profesor, habla sobre los tiempos de la ciencia y la importancia de crear un Ministerio de Ciencia. “La ciencia avanza muy lentamente y lo políticos funcionan a muy corto plazo. Enfatiza en que “tiene que haber políticos con suficiente visión para decidir algo que quizás no lo va a beneficiar personalmente pero sí lo hará a largo plazo”.
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