El 2018 fue uno de los años más cálidos de los que se tenga registro y al parecer esa será la constante, porque en el informe entregado este miércoles por expertos en cambio climático de la NASA cada vez estamos más cerca de llegar a los 1.5 grados de temperatura global.
“Lo que nos hace más alarmante es que nos lo advirtieron, los científicos llevan décadas diciéndolo una y otra vez. Muy pocos han actuado con el enfoque que demandan los científicos, estamos viendo los resultados”, comentó António Guterres, Secretario General de ONU.
Y es que las evidentes alzas de temperaturas que se registran este verano en la Región Metropolitana y en el sur del país, se suman a una corriente global que tiene a todos sorprendidos.
Mientras una mitad del mundo sufre con temperaturas extremademente altas, en Estados Unidos han registrado entre 30 y 60 grados bajo cero congelando prácticamente todo.
Si en Chile los termómetros han marcado casi 40°C, rompiendo récords del siglo, intensas lluvias han dejado bajo el agua a ciudades completas en Australia.
Inundaciones costeras, olas de calor, precipitaciones y trastorno de los ecosistemas: todos impactos que la NASA atribuye al calentamiento global.
La fecha límite fijada por la ONU, para evitar llegar a los 1.5 grados de temperatura global y así evitar desastres naturales, era el 2030. Fecha que cada vez se viene más encima.
¿Y cuál es problema? En sencillo, según la NASA, la temperatura global promedio ha aumentado aproximadamente 2 grados Fahrenheit, un poco más de 1 grado Celsius, desde 1880, lo que nos coloca a más de dos tercios del camino del límite de calentamiento de 1.5 grados centígrados.
Así lo explica Eduardo Bustos, director del Centro de Cambio Global UC: “El cambio climático lo que está haciendo es intensificar estos fenómenos extremos que ya ocurren de manera natural que responden a la variabilidad natural, pero su frecuencia y su intensidd probablemente estén influenciados por el proceso del calentamiento del planeta”
Y hasta el momento la tendencia indica que llegaremos a los límites previstos antes de lo pronósticado. Los últimos cinco años han sido lo más caluroso de los últimos 140 años y sin bajar las emisiones de carbono el camino es irreversible.
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