Otro efecto del cambio clmimático del que se habla poco es la posible desaparición de algunos insectos, los que son vitales para la cadena alimentaria y agentes de biodiversidad, de los que casi la mitad podría llegar a extinguirse en las próximas décadas.
Juan José Urueña, biólogo del Buin Zoo, explica que “estos animales cumplen un rol que nosotros no vemos, son jardineros, los organizadores del medio ambiente: la base“.
Y es que a través de ellos “se van desarrollando diferentes elementos que el ambiente necesita. Sin ellos se afecta al ecosistema, se afecta el hábitat“.
Si nos sorprendemos por saber que en los últimos 50 años ha desaparecido el 60% de los mamíferos, aves y reptiles, la velocidad a la que están desapareciendo los insectos es increíble: es 8 veces mayor.
Según la investigación publicada en la revista Biological Conservation, se estima que al año la cantidad total de insectos disminuye un 2,5%. ¿Y a qué se debe? La respuesta es clara: el cambio climático y la acción del humano, por ejemplo con el insecticida.
Así lo plantea Fabián Jaksic, Premio Nacional de Ciencias Exactas. “El problema es que cuando contralamos estos insectos ‘molestos’ con insecticidas, estos son de alto espectro: matan lo útil y lo inutil, lo que ralmente hace un buen efecto”.
Y es que quizás no lo notamos porque su presencia no es como la de una ballena o un oso, pero el mundo de los insectos está amenazado sobretodo por el uso de pesticidas.
Lo curioso es que mientras especies como las abejas o mariposas están muriendo, otras, como las cucarachas y moscan, están aumentando.
“Las moscas y cucarachas han aprendido a desarrollarse en hábitat urbano donde nosotros le damos el alimento, ellos tienen alimento con nosotros tienen un lugar donde vivir”, detalla el biólogo Ureña.
Por otra parte, continúa, las mariposas comen flores, “ciertos elementos descompuestos en la orilla de los ríos que si contaminamos, si intervenimos ese hábitat, estamos afectando ese ciclo“.
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