Imágenes impactantes muestran el funcionamiento de las denominadas Granjas de Clicks en países como Vietnam y Hong Kong. Jack Latham, fotógrafo, documentó durante cuatro años estas instalaciones donde individuos reciben compensación por realizar acciones en línea como reaccionar a publicaciones, dar like, comentar y compartir contenido en redes sociales y sitios web.
Estas granjas, descritas como cientos de teléfonos inteligentes conectados meticulosamente a servidores, son el epicentro de miles de operaciones de manipulación en el ámbito digital. Los impactos de este fenómeno son diversos, con una incidencia significativa en la opinión pública.
Especialmente preocupante es su influencia en eventos políticos, como lo evidencian las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde se ha registrado su participación. Además, investigaciones internacionales revelan que partidos políticos en países como la India han contratado estos servicios para aumentar su popularidad en las redes.
Otro aspecto relevante es su impacto en el marketing digital, afectando directamente la publicidad en redes sociales y sitios web. Según expertos, estos operativos suelen ofrecer compensaciones de aproximadamente cinco dólares por cada 10 mil likes, creando un entorno laboral precarizado y bordeando los límites legales y éticos.
La creciente incorporación de chatbots, alimentados por inteligencia artificial, también contribuye a esta problemática al generar likes y clicks falsos con el fin de influir en decisiones políticas, económicas o de gustos personales, alterando los algoritmos de usuarios a nivel global.
Ante este panorama, iniciativas legislativas como la reciente ley marco de ciberseguridad impulsada por el Gobierno cobran relevancia, ya que buscan regular la correcta interacción de datos en la web y abordar operaciones como las granjas de clicks, que hasta ahora operan en una zona gris dentro del mundo digital.
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