El río Maipo es uno de los ríos más vulnerables de Chile y el noveno más estresado del mundo. En verano, los derechos de aprovechamiento de agua superan la cantidad de agua disponible, afectando gravemente al acuífero, que disminuye un metro por año. Esta situación se agrava con los 14 años de megasequía y el avance de la desertificación, que casi llevó a la región al racionamiento del agua hace pocos años.
Santiago enfrenta una amenaza hídrica significativa. Para prepararse ante posibles escaseces y racionamientos, el gobierno regional ha liderado la creación de la gobernanza de la cuenca del Maipo, siguiendo el ejemplo de países de la OCDE. La estrategia se centra en proyectos concretos y medidas específicas para enfrentar la crisis hídrica, que se ha convertido en una constante.
El nuevo organismo de cuenca busca gestionar de manera integral el agua, un recurso vital para 8 millones de personas, además de la agricultura y la minería. Este modelo se pretende replicar en otras regiones de Chile, adaptándose a las distintas necesidades y estrategias de cada cuenca, como el Loa, Aconcagua, Bío Bío y Aysén.
En localidades como Tiltil, Lampa y San Pedro de Melipilla, ya hay ciudadanos que dependen de camiones aljibes para abastecerse de agua. El cambio climático ha reducido la cantidad de agua en la cuenca, incrementando la competencia por este recurso. El organismo de cuenca abre un espacio de diálogo y confianza necesario para avanzar en la gestión del agua.
La gobernanza del Maipo incluye 36 medidas para un uso más eficiente del agua, como pilotos de eficiencia hídrica en hogares, que pueden ahorrar hasta un 50% en las cuentas de agua. También se implementarán obras de conservación del suelo y jardines de lluvia, que ayudan a infiltrar el agua de lluvia en los acuíferos, especialmente en zonas urbanas como Peñalolén.
Aunque junio de este año dejó un superávit de precipitaciones, llenando el embalse del Yeso al 88% de su capacidad, esto no garantiza el suministro de agua para todo el verano. El avance del organismo de cuenca es crucial, pero requiere condiciones específicas para funcionar, como un equipo técnico dedicado y una moratoria que reduzca el uso industrial del agua.
Además, se insiste en la necesidad de una reforma al Código de Aguas de Chile para mejorar la gestión y uso de los recursos hídricos. Este organismo se integrará a las mesas de decisión para la administración de los recursos, especialmente ante la llegada del fenómeno de La Niña, que se espera traiga temperaturas más altas y menos lluvias.
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