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El presidente Gabriel Boric anunció el cierre de la Fundición Ventanas de Codelco. Un hito medioambiental para nuestro país de una administración que prometió ser el primer gobierno ecologista de la historia. Pero ¿cómo se va a llevar a cabo esta transición ecológica y qué alcances tendrá en un lugar que por décadas ha sido llamado como zona de sacrificio?

Para conocer sobre el tema, en Futuro 360 conversamos con Matías Asun, director nacional de Greenpeace en Chile, para ahondar en este hito ambiental y la justicia climática en nuestro país.

“En la práctica, cuando uno hace una central termoeléctrica la lógica de la inversión inicial más barata posible y el máximo retorno posible, me hace razonable pensar que la siguiente termoeléctrica es al lado (…)”, dijo.

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A juicio de Asun, la presencia de este tipo de empresas en la zona se debe a un aspecto económico, para abaratar costos, ya que “nunca se pensó en las consecuencias medioambientales“, sostuvo.

“Se privilegió el factor económico de industrialización de esos polos costeros, por sobre el bienestar de las comunidades que estaban en ese lugar”, agregó el psicólogo.

Años de contaminación en el cordón industrial

Peaks de contaminación provocada por emisiones de dióxido de azufre (SO2) en la zona de Quintero, Concón y Puchuncaví se han repetido a lo largo de las décadas. Las alarmas con respecto a los riesgos para la salud de las personas y las posibles soluciones han sido debatidas ampliamente.

“Estamos hablando de un nivel de impacto por tantos años y tan tóxico que ha afectado todo el borde costero de la Región de Valparaíso e incluso, de la Región Metropolitana”, aseguró Asun. En esa línea, señaló que en lo que va del año 2022, se han liberado “30 mil kilos de arsénico” a la atmósfera, pero en años anteriores las cifras alcanzaron  “112, 118, 114 toneladas” en ese sector.

Se privilegió el factor económico de industrialización de esos polos costeros – Matías Asun.

“Lo primero que hay que hacer es un diagnóstico sinérgico, hay que someter a las plantas, a todo lo que está ahí a una evaluación ambiental decente”, dijo. De acuerdo al director nacional de la ONG ambientalista, el nivel de contaminación está asociado a la disminución de la densidad y del tamaño del diámetro craneal en infantes.

Por último, hizo hincapié en que la Empresa Nacional del Petróleo (Enap), de propiedad pública, es responsable de las fundiciones que generan el 60% de las emisiones de dióxido de azufre, que se transforma en último caso, “no solo en un gas en sí mismo irritable”, sino que además termina oxidándose y “produciendo ácido sulfúrico”, contó.

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“El 30% de las emisiones totales son de Enap, o sea el 90% de las emisiones son finalmente de responsabilidad estatal”, concluyó.

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