En una entrevista exclusiva, Futuro 360, tuvo la oportunidad de conversar con Fernando Trujillo, reconocido biólogo colombiano y explorador del año por Rolex Nat Geo, quien ha dedicado su vida a la protección del Amazonas y su fauna, especialmente los delfines de río.
Conocido como la “reencarnación del delfín” por los indígenas de la región, Trujillo enfrenta hoy uno de los mayores desafíos de su carrera: preservar un ecosistema crítico que está al borde del colapso.
“El Amazonas es una región increíblemente grande, con 7 millones de kilómetros cuadrados y el río más caudaloso del planeta, aportando el 17% del agua dulce del mundo”, comenta Trujillo. Sin embargo, la deforestación masiva, las alteraciones climáticas y la construcción de represas hidroeléctricas están poniendo en peligro este vital ecosistema. “Hemos deforestado más de un millón de kilómetros cuadrados y estamos llegando al tipping point, un punto de no retorno donde la deforestación puede cambiar estructuralmente el Amazonas”, advierte.
La deforestación y la construcción de represas no son las únicas amenazas. La minería ilegal y la contaminación por mercurio también están causando estragos. “El mercurio utilizado en la extracción de oro se convierte en metilmercurio al contacto con el agua, afectando gravemente a la fauna y a las comunidades humanas”, explica Trujillo. Además, la crisis climática global ha intensificado las sequías en la región, provocando eventos devastadores como la muerte masiva de más de 330 delfines en menos de un mes el año pasado.
Para enfrentar estas amenazas, Trujillo y su equipo han inaugurado un nuevo centro de conservación en el Amazonas colombiano. Este centro, creado en colaboración con la Fundación Omacha, Conservación Internacional, el Fondo Jeff Bezos, National Geographic y el Fondo FIIA, busca abordar no solo los aspectos biológicos, sino también los socioeconómicos y culturales. “Estamos entrenando a jóvenes indígenas en monitoreo de biodiversidad, ya que ellos son fundamentales para la implementación de acciones de conservación a gran escala”, dice Trujillo.
La colaboración entre países es esencial para salvar el Amazonas. “El año pasado, logramos que 14 países firmaran una declaración global para la conservación de los ríos donde habitan los delfines de río”, menciona Trujillo. Sin embargo, también es crucial enfrentar el crimen organizado, que se ha convertido en la principal amenaza para la región. “Necesitamos recuperar estas regiones no solo con acciones militares, sino con la presencia del Estado, educación, salud y actividades productivas sostenibles”, afirma.
Fernando Trujillo continúa su lucha para conservar el Amazonas, trabajando incansablemente para asegurar un futuro para esta vital región. “Necesitamos ser creativos y encontrar modelos económicos sostenibles para los 45 millones de habitantes del Amazonas. La conservación es un trabajo que nos beneficia a todos”, concluye.
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