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Al hablar de domesticar microbios o crear virus que infecten a bacterias que podrían curar enfermedades pareciera que lo hiciéramos de una película de ciencia ficción, sin embargo, con los nuevos avanzases investigativos en las proteínas estas ideas están cada vez más cerca de la realidad.

Uno de los grandes aportes científicos se puede ver en el trabajo de la estadounidense Frances Arnold, la única mujer miembro del grupo de los ganadores del Nobel de este año logró realizar la primera evolución de enzimas dirigidas que permite domesticar microbios para que éstos desarrollen proteínas que no existen de manera natural.

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Con esto se consiguen múltiples usos en áreas de fármacos principalmente, pero también en otros rubros como la creación de detergentes o pilas.

Por su parte el británico Gregory Winter junto al norteamericano George Smith en sus investigaciones de 2002 lograron el primer fármaco en base a proteínas para combatir enfermedades como la artritis reumatoide e infecciones intestinales.

El método de estos fármacos consiste en producir anticuerpos para neutralizar toxinas, o contrarrestar enfermedades autoinmunes, las que incluso podrían curar el cáncer.

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