Miami no solo es una de las ciudades más turísticas de Estados Unidos, sino que además es la más limpia. Desde hace algunos años, sus habitantes se dieron cuenta de la enorme contaminación ambiental y tomaron cartas en el asunto.
En concreto, fueron dos amigos quienes se percataron que los pescadores veían las botellas o residuos, pero nos los sacaban del mar porque no ganaban dinero con eso.
Por ello, se les ocurrió pagarles ofreciéndoles un negocio: extraer todo el plástico posible para fabricar pulseras, y luego recibir alguna comisión de las ventas.
Desde ese momento, cada día, cinco barcos salen al mar para recolectar todos los desechos posibles. Luego de pasar por una clasificación, toman los cerca de 90 kilos de plástico por embarcación para trasladarlos a Boca Ratón, a unos 45 minutos de Miami, donde se fabrican las pulseras.
Este emprendimiento se convirtió en “4Ocean”, una compañía que actualmente fabrica 16 mil pulseras diarias y cuenta con repartos a todo el mundo.
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