Seguramente ha hecho la prueba de comprar una canasta de alimentos más saludable, con menos pan y cereales, más verduras y frutas pero lea esto con atención:
“27% de la población de chile no podría pagar esa dieta más saludable, un país de ingreso altos en teoría, entonces acá estamos generando una enorme desigualdad e inequidad entre aquellos que podemos comer saludable si queremos y los muchos millones de personas que no lo pueden hacer por razones económicas”.
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Suena alarmante, pero es una realidad hoy comer sano es mucho más caro que comer comida chatarra de baja calidad o de nula calidad nutricional así lo explicó Julio Berdigué Sub-Director General y Representante Regional para América Latina y el Caribe de la FAO durante una conferencia simultanea con otros países del mundo, el tema era el panorama de la seguridad alimentaria y nutricional precisamente en el Día Mundial Contra la Obesidad, celebrado el pasado 12 de noviembre.
De acuerdo a un estudio de la Cepal y programa mundial de alimentos, una dieta más saludable versus una dieta normal es un 37% más cara.
“Es un tema también de los derechos humanos básicos. En esta coyuntura actual se habla de posible nueva Constitución y de cambios, y este es un derecho tan fundamental: el derecho a una alimentación adecuada implica un derecho a una alimentación saludable” señala Eve Crowley Representante FAO en Chile.
Un derecho que preocupa a nivel mundial por las enfermedades asociadas a la mal nutrición. El hambre sigue subiendo, la obesidad se ha triplicado ¿Qué ha pasado? Lo que comemos ha cambiado: en solo 12 años el consumo de alimentos procesados y ultra procesados ha crecido en un 25% y el consumo comida rápida aumentó casi un 40%, los lugares donde comprar estos alimentos han crecido y son más baratos por otro lado los ingresos se mantienen. Todo lleva a que comer más sano sea más caro.
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Ahora el problema es que el 74% de la población chilena tiene sobrepeso y sobre el 30% tiene obesidad, la pregunta es ¿cómo hacer más accesible una dieta saludable? Según Crowley parte de las soluciones están en aumentar los impuestos sobre los alimentos y bebidas que no son saludables y por otro lado se puede apoyar a través de un subsidio a los hogares más pobres para que puedan acceder a los alimentos más sanos.
Propuestas para que en un futuro no muy lejano comer saludable sea una opción real para toda la población chilena y no un castigo que termine en enfermedades simplemente porque no tiene otra opción que alimentos procesados sin aporte nutricional.
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