La tecnología ha revolucionado la vida de las personas y las instituciones durante los últimos años. Una de las innovaciones más destacadas es la inteligencia artificial (IA), gracias a la cual se han conseguido desarrollar impensadas aplicaciones.
Un avance clave en la evolución de la IA ha sido el deep learning. “Se traduce del inglés como aprendizaje profundo y usa una técnica especial, que se llaman redes neuronales profundas”, explicó Denis Parra, académico de la Universidad Católica.
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En conversación con Futuro 360, el especialista detalló que el deep learning son sistemas o modelos “que tratan de imitar como se organizan las redes neuronales biológicas”. Parra acotó que es solo la inspiración, ya que estos sistemas “se aplican de manera distinta”.
Para el investigador del Instituto Milenio Fundamentos de los Datos, esta tecnología puede ser usada para aplicaciones importantes, incluida la identificación de patrones de gusto y comportamientos de las personas “para que uno después pueda hacer sugerencias”.
“Un sistema de recomendación sería uno que trata de identificar cosas relevantes para los usuarios con el fin de después sugerírselos de forma automática. Y un sistema personalizado de este tipo trata de hacerlo dependiendo para cada persona en particular”, explicó.
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Los modelos de inteligencia artificial se alimentan principalmente de datos por lo que mientras más información actualizada se incluya, más poderosos podrán ser. “Si tengo un algoritmo de gran capacidad para encontrar patrones, pero los datos que le doy no son lo suficientemente buenos, no va a funcionar bien”.
“Con la aparición de las redes sociales (…) empezamos a compartir más datos, fotografías privadas, contenidos, con quien somos amigos y esta información es muy rica por lo que estos sistemas pueden encontrar patrones y empezar a filtrar lo que se nos pueden mostrar”, concluyó.
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