La región latinoamericana enfrenta una nueva crisis sanitaria debido a la propagación del dengue. En Argentina, la situación es alarmante, según el último informe epidemiológico del Ministerio de Salud, que reporta un total de 420,867 casos en lo que va del año 2024. A pesar de que las temperaturas han disminuido, el dengue sigue representando una amenaza significativa.
El vector principal de transmisión es el mosquito Aedes aegypti, capaz de afectar a personas de todas las edades e incluso provocar la muerte en casos graves. Se transmite a través de mosquitos infectados, no por contacto directo entre personas.
Vanesa Castellano, miembro titular de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE), destaca que la vacuna Qdenga, desarrollada por el laboratorio japonés Takeda, ha sido aprobada en Argentina por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) desde abril del año pasado. Sin embargo, la Organización Panamericana de la Salud aún no recomienda su inclusión en los programas de inmunización nacionales.
La Dra. Luana Araujo, Médica Infectóloga y directora de Seguridad e Innovaciones Sanitarias en el Centro para el Avance de Innovaciones en los Sistemas Sanitarios de Brasil, atribuye la actual epidemia a los efectos del fenómeno climático de El Niño, que ha elevado las temperaturas y aumentado las lluvias en toda la región. Brasil, por su parte, ha registrado un récord de más de cuatro millones de casos en lo que va del 2024.
A raíz de esta crisis, la Organización Panamericana de la Salud estima que cerca de 500 millones de personas en las Américas están actualmente en riesgo de contraer dengue. En este contexto, se recomienda el uso de repelente, ropa que cubra brazos y piernas, así como la colocación de mosquiteros en puertas y ventanas. Además, es crucial vaciar y limpiar recipientes donde se almacena agua para uso doméstico, como medidas preventivas para evitar la propagación del mosquito y, por ende, la enfermedad.
El dengue también ha alcanzado cifras históricas de casos en Chile, sumándose así a la preocupación regional por esta enfermedad transmitida por mosquitos. Ante este desafío sanitario, se requiere una acción coordinada a nivel nacional e internacional para contener su propagación y proteger la salud de la población.
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