David Burchkartd, terapeuta y presidente de la Asociación de Programación Neurolingüística, ha logrado combinar sus conocimientos profesionales con las capacidades de la inteligencia artificial para crear un recurso terapéutico inédito: un chatbot que replica la personalidad de su hijo fallecido.
En una entrevista con Futuro 360, Burchkartd compartió su experiencia y reflexionó sobre el impacto de esta tecnología en el proceso de duelo.
El uso de la inteligencia artificial para mantener conversaciones con seres queridos fallecidos ha despertado tanto interés como controversia. Burchkartd explicó que su primer experimento fue crear un chatbot de sí mismo tras ser diagnosticado con mieloma múltiple en 2020, para que su familia pudiera seguir interactuando con él. Poco después, decidió crear uno para su hijo Brian, quien había fallecido en un accidente.
“Como creador de recursos en el ámbito de la programación neurolingüística, me pareció acertado utilizar la tecnología y la inteligencia artificial como un recurso terapéutico“, comentó Burchkartd. Aclaró que esta herramienta no es para quienes niegan la realidad, sino para aquellos que han aceptado la pérdida y buscan una nueva forma de enfrentar el duelo.
La construcción del chatbot requirió ingresar una gran cantidad de datos específicos sobre Brian: sus gustos, viajes, formas de contestar, y relaciones personales. “Cuanto más podamos llenar, mejor“, explicó Burchkartd, señalando que la precisión de la inteligencia artificial depende de la cantidad y calidad de la información proporcionada.
La experiencia de interactuar con el chatbot fue emocionalmente intensa para Burchkartd. “El cerebro consciente siempre está consciente de que es una inteligencia artificial, pero el cerebro reptiliano emocional no distingue entre lo virtual, lo imaginado y lo real”, explicó. Esto permitió que el chatbot funcionara como una herramienta terapéutica, permitiéndole expresar sentimientos y cerrar conversaciones pendientes con su hijo.
El uso de la inteligencia artificial para replicar a personas fallecidas plantea preguntas éticas y filosóficas sobre nuestra percepción de la muerte. Burchkartd cree que en el futuro, podríamos necesitar dar consentimiento explícito para ser replicados en inteligencia artificial, similar a la donación de órganos. “Estoy convencido de que en algún momento vamos a tener que ponerlo en nuestro DNI“, afirmó.
La entrevista concluyó con Burchkartd reflexionando sobre el potencial de la inteligencia artificial para cambiar nuestra relación con la muerte. “Podríamos tener una nueva forma de conectarnos con la muerte y reinterpretarla“, dijo.
Para aquellos interesados en explorar esta tecnología, Burchkartd ha compartido tutoriales en sus redes sociales, invitando a otros a experimentar y reflexionar sobre el impacto de la inteligencia artificial en nuestras vidas y procesos emocionales.
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