Hace tres años, Olivia fue derivada al Hospital Sótero del Río por su psicóloga para iniciar su proceso de transición. Sin embargo, enfrentó una espera de más de un año, entre consultas y exámenes, antes de poder comenzar su tratamiento. Hoy, Olivia, ahora universitaria, sigue un régimen de estrógenos que forma parte de su rutina diaria. A pesar de los desafíos, se siente afortunada por haber logrado acceder a un tratamiento que muchas personas trans en Chile aún no pueden alcanzar.
En Chile, la atención de salud para la comunidad trans se enfrenta a una serie de obstáculos. Aunque existen planes, recomendaciones y circulares, no hay una ley que aborde integralmente estos aspectos. Esta falta de normativa integral afecta el acceso a la atención y el respeto a la dignidad de la población trans, una situación que especialistas y organizaciones consideran crucial mejorar.
La realidad para esta comunidad es desalentadora: un 83,9% ha reportado maltratos en centros asistenciales, lo que ha resultado en que solo el 6,6% de las personas transgénero acudan a estos centros para cualquier tipo de atención . En comparación, la cifra es notablemente más alta para hombres y mujeres cisgénero.
La formación especializada en temas de género para profesionales de la salud también es deficiente. Un estudio en el norte de Chile reveló que el 84% de los estudiantes del área de la salud no ha recibido formación en estos temas, aunque un 96% manifestó interés en aprender al respecto. Este déficit educativo contribuye a la falta de comprensión y al maltrato que enfrenta la comunidad trans.
A principios de 2022, el gobierno del Presidente Gabriel Boric inició una mesa de trabajo para abordar temas LGBTIQ+. En este contexto, se ha estado trabajando en una política de salud trans, y recientemente se redactó un borrador que aún está pendiente de revisión . Paralelamente, la Ley de Identidad de Género de 2018 establece métodos para el cambio de nombre y sexo registral para mayores de 14 años e incluye programas de acompañamiento psicológico. Sin embargo, organizaciones han denunciado demoras en su implementación.
Se espera que el borrador de la política de salud trans sea revisado y entregado durante el mandato actual, un paso hacia una atención de salud pública más inclusiva y vital para la comunidad trans, que no solo busca acceso a la salud, sino también inclusión y dignidad, aspectos que pueden ser cruciales para salvar vidas.
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