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Tesla está llevando la inteligencia artificial a un nuevo nivel con Cortex, su nuevo supercomputador diseñado para entrenar modelos de IA que mejorarán el rendimiento de los vehículos autónomos de la compañía.

Desarrollado en las oficinas de Tesla en Austin, Texas, Cortex es un clúster compuesto por más de 100 mil tarjetas gráficas Nvidia H100, capaces de procesar enormes cantidades de datos y videos. Este poder de cálculo permitirá que los autos y robots de Tesla se acerquen más a la conducción completamente autónoma, un objetivo que aún no se ha alcanzado en su totalidad.

El proceso es simple pero revolucionario: Cortex entrena los modelos de IA y luego los envía a los autos a través de internet, permitiendo actualizaciones constantes y mejoras en la autonomía de los vehículos. Elon Musk, CEO de Tesla, destacó que este supercomputador podría competir con los más avanzados del mundo, posicionándose cerca de los líderes en el ámbito académico.

Sin embargo, Cortex no está exento de críticas. Su enorme capacidad de procesamiento viene acompañada de un alto consumo energético. Para operar, Cortex requiere 130 megawatts, lo que equivale al consumo mensual de todos los habitantes de Ñuñoa, y se proyecta que llegará a 500 megawatts, comparable al consumo de una comuna entera como Maipú.

A pesar de las preocupaciones sobre su impacto ambiental, Cortex marca un hito en la evolución de la inteligencia artificial aplicada a la movilidad, posicionando a Tesla a la vanguardia de la innovación tecnológica.

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