Supongamos que al año podemos beber sólo una taza de café. Pese a que hay más sobre la mesa, al tomarnos otra, estaríamos consumiendo las reservas de años venideros. Eso es exactamente lo que está ocurriendo con el planeta, porque los recursos naturales disponibles este 2019, ya los consumimos por completo.
“Esto es lo mismo si tengo un suelo mensual y se me acaba a la mitad del mes el sueldo“, ejemplifica Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.
Estamos sobregirados porque comemos, cortamos árboles y nos transportamos, suponiendo que tenemos 1,75 más de planeta. Global Footprint publicó este reporte y enfatizó que si en 1970 este límite se registraba los últimos días de diciembre, hoy lo hace antes que termine julio.
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“Sí logramos reducir 5 días cada año, recuperaríamos un planeta para el año 2050“, comentó Mathis Wackernagel, fundador de Global Footprint Network.
Esta sobrexigencia que estamos generándole a nuestro planeta tiene como gran causa un solo factor, pero es uno que arroja variadas consecuencias.
“El 50% del indicador que nos pasamos son las emisiones de CO2, después la deforestación, pérdida de ecosistemas que son muy importantes, por ejemplo, para tener agua necesito bosques, para que el agua no fluya y salga turbia de la ciudad”, añade Bosshard.
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Según el mismo informe, en casa agotamos los recursos en mayo pasado. Por eso hoy nuestra línea de crédito registra un déficit de 16% en biocapacidad local, por lo que surge la pregunta sobre qué medidas se están realizando para enfrentar este escenario.
La ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, detalla que “impulsando un plan de descarbonización, la emisión de un bono verde, la transformación de todos nuestros sistemas de transporte a un transporte limpio a través de la electromovilidad, que Chile alcance la carbono neutralidad, como nos pide la ciencia para limitar el aumento de la temperatura a un 1,5°“.
La pérdida de biodiversidad, la escasez de agua, la erosión del suelo, la contaminación del aire y el recrudecimiento del impacto del cambio climático, son problemas que según este informe no paran. Uno que nuevamente alerta sobre la crisis climática que afecta al planeta y que demanda un control, si queremos seguir bebiendo café.
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