Juan Pablo Luna, investigador del IMFD (Instituto Milenio Fundamentos de los Datos) y académico de la Universidad de Chile, en conversación con Humberto Sichel en Futuro360 de CNN Chile, se refirió al papel que juegan las ciencias sociales, en particular las ciencias políticas, en el entendimiento de la crisis social que vive Chile y cuáles deberían ser los virajes necesarios para aportar soluciones.
El invitado advirtió que el problema social va mucho más allá de la simple desigualdad. “De lo que estamos hablando es de desigualdades interseccionales o de interseccionalidad. No es una desigualdad socioeconómica ni esto se arregla sólo con plata, son una serie de desigualdades que están montadas unas sobre otras”.
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“Yo creo que las métricas nos están jugando una mala pasada y las disputas sobre métricas tiene mucho que ver con no entender lo que está pasando a nivel de la sociedad. Hay no solo desigualdad, sino que es entrampamiento social. La gente que está en una situación más precaria, está entrampada socialmente. Entonces, mientras la sociedad se mueve y eventualmente mejoran un poquito más su estándar de vida, están entrampados mientras otros viven en Europa a 10 kilómetros de distancia”, dijo.
Además considera que hay un componente emocional importante de cómo se siente el ciudadano común. “Es plata, sí, y todo esto tiene efectos en el bolsillo de la gente y en su calidad de vida. Pero yo diría hay un componente de rabia, de anomia, digamos de pérdidas de horizontes normativos comunes, que tiene que ver con que sentimos que en esta sociedad hay gente que no importa lo que haga, le va bien y hay gente que no importa lo que haga, le va mal”, comentó.
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El investigador del IMFD valora como positivo que se haya “democratizado al vulneabilidad“, pues los empresarios y la “gente que le va bien” hoy están en una situación vulnerable debido al estallido social. “Bastante más vulnerable, se sienten amenazados, no saben si pueden seguir con sus rutinas, no sabe qué va a pasar con sus inversiones“.
Pero a la vez, cree que esto no es solo “democratizar” la vulnerabilidad ciudadana, sino polarizar. “Estamos viendo algunos signos de polarización y algunos actores políticos que están tratando de manipular esa emocionalidad. Pero, por otro lado, creo que nos pone en un pie de igualdad con gente que ha sido toda la vida vulnerable y eventualmente tal vez genere formas de empatizar con la vulnerabilidad del otro”.
Contacto con el territorio
En cuanto a los aportes a los que está llamado la ciencia en la situación actual del país, el académico propone distinguir entre los tipos de ciencia para entender qué puede proponer cada una.
“Tenemos que hacer un sinceramiento desde el punto de vista no solo de esta distinción entre ciencias duras, sociales y humanísticas. Yo creo que las ciencias sociales tienen un debe profundo con el país que tiene que ver con haber abandonado, por lo menos desde la ciencia política, haber abandonado el territorio. De alguna manera nos pasa lo mismo que a los partidos políticos y a las instituciones políticas”, dijo.
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Luna estima que el factor clave está en entender realmente las demandas sociales y lo que ocurre en el ámbito social, lejos de las élites. “Nosotros nos centramos mucho en analizar dinámicas que suceden a nivel de élites políticas, lo que pasa en el Congreso, lo que pasa en los poderes ejecutivos y perdimos contacto con lo que pasa en el territorio. Lo primero que tenemos que hacer es volver a conectar con lógicas menos elitistas de entender a la política para tratar de hacer sentido a lo que está pasando”.
Ciencia transdisciplinaria
Otro aspecto que destacó Luna, se refiere a la integración y trabajo colaborativo entre las ciencias. “La idea también es dejar las trincheras disciplinarias de lado. La ciencia que hoy necesita Chile es claramente interdisciplinaria, transdisciplinaria si es posible, que logre, haciendo pie en las fortalezas relativas de cada disciplinas, generarnos capacidad de escucha a nivel social, a nivel político que no hemos tenido en estos años.”
Para ello, ve necesario integrar lo técnico y lo social en el diseño de políticas. “Nosotros hemos perdido esa capacidad de integrar lo uno con lo otro. Creo que lo que el país necesita para que la comunidad científica pueda realmente contribuir al país, y contribuir no solo a la salida de esta crisis, sino a la construcción de una mejor sociedad es la de integrar mejor el aspecto meramente técnico de diseño de política y el aspecto más social, sociológico”.
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La integración disciplinaria debe ir acompañada de un cambio en el abordaje, según Luna. “Hay que integrarlo de forma paralela y eso requiere tiempo y requiere tiempo que probablemente exceden los de esta crisis. También requiere que la comunidad científica empiece a pensar un poquito menos en el paper ISI (Institute for Scientific Information), que las universidades empiecen a priorizar un poquito menos el ranking internacional y de alguna manera que las comunidades universitarias que hoy están siendo sacudidas con esta crisis e interpeladas por esta crisis, empecemos realmente a pensar cómo, desde nuestras comunidades, en una actitud de apertura hacia lo social y a la sociedad, podemos empezar a formar un nuevo paradigma de políticas públicas“.
Aclaró que no pretende proponer que la academia “se pase al activismo”, sino que palpe la realidad. “Lo que estoy tratando de afirmar es que la ciencia en Chile debiera tener un sentido país y que tener ese sentido país en un contexto como el actual pasa por desarrollar capacidad de escucha y no hay que dejar de cuantificar y hay que escuchar”.
Martes / 22:30 / CNN Chile
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