En conversación con Futuro 360, Carlos Foxley, Presidente de la Asociación Chilena de Desalinización y Reúso ACADES, ofreció una visión integral sobre el panorama del agua y la sequía en Chile, así como el impacto y las proyecciones de las plantas desalinizadoras en el país.
“Desde sus inicios en el siglo XIX con plantas desalinizadoras en las salitreras, hasta el auge de la desalinización a gran escala en la década de 1990, Chile ha demostrado un crecimiento significativo en esta tecnología”, comenzó comentando Foxley. Asimismo, afirmó que actualmente, es uno de los líderes en América del Sur en desalinización, con 24 plantas en funcionamiento que proveen cerca del 25% del agua consumida en las ciudades chilenas.
Sin embargo, Foxley destacó que aún persisten desafíos significativos en cuanto a la permisología y la gobernanza del agua. En esa línea, señaló que la construcción de una planta desalinizadora puede tardar hasta tres años, pero obtener los permisos necesarios puede llevar entre ocho y trece años, lo cual representa un obstáculo considerable para el desarrollo de nuevas instalaciones.
“El código de aguas chileno ha sido actualizado para las aguas continentales, pero aún hay un vacío legal en lo que respecta al agua de mar”, añadió Foxley, instando a una modernización en este aspecto y resaltó un proyecto de ley en curso para abordar esta laguna legal.
Por otra parte, Foxley abordó el tema de la sequía, que actualmente afecta a 53 comunas en Chile. “Mientras se implementan soluciones a corto plazo, como el transporte de agua en camiones aljibe, destacó la importancia de invertir en soluciones a largo plazo, como la desalinización, que ofrece un costo más bajo y sostenible en el tiempo”, afirmó el Reúso ACADES.
Finalmente, Foxley aseguró que todos los proyectos de desalinización en Chile están sujetos a rigurosos procesos de evaluación ambiental y participación ciudadana, utilizando tecnología de vanguardia. Reconoció que estas plantas tienen impacto, pero subrayó la importancia de estudiar y mitigar este impacto, así como elegir cuidadosamente los lugares de construcción.
En resumen, Chile enfrenta desafíos y oportunidades en el ámbito de la desalinización del agua, y con una planificación adecuada y el compromiso de las partes interesadas, el país puede seguir liderando en esta importante tecnología para la gestión del recurso hídrico.
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