El mundo de los “transhumanos”, personas que ampliaron sus capacidades físicas gracias a la tecnología, ya es una realidad.
A través de este tipo de dispositivos, la esperanza retorna para aquellos que nunca han podido ver, o que perdieron el sentido de la vista ¿cómo? en un futurista e impresionante ojo biónico.
Sin embargo, para comprender su función, es elemental conocer cómo logramos observar de manera natural y qué es lo que provoca la falta de ella.
“El ojo es una especie de cámara, la cual a través de un nervio óptico va directamente con neuronas hacia un lugar del cerebro – eso para que el cerebro lo entienda como una imagen. Hay personas que tienen problemas en la conexión ojo/cerebro”, aseguró a Futuro 360 Bruno Grossi, investigador del Núcleo Milenio de Metamateriales.
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Si la ceguera se produce por esta “falla en la conexión”, este dispositivo se instala sobre la superficie cerebral, emitiendo ondas para que éste lo transforme a imágenes.
“Sería un dispositivo similar a una cámara capaz de estimular nuestra mente, mediante microelectrodos, a través de ondas electromagnéticas”, agrega Grossi.
“Estos pequeños microelectrodos permiten incentivar la actividad neuronal gracias a pequeños pulsos eléctricos, provocando la percepción de pequeños puntos de luz” precisó Pedro Maldonado, neurocientífico e Investigador del BNI de la Universidad de Chile.
Estos “puntos” son convertidos en patrones, que posteriormente se transforman en imágenes. “El aparato podría ir sofisticando los patrones de estimulación, para hacer que las personas ciegas adquieran una competencia visual cada vez mayor”, agregó Maldonado.
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El avance fue creado por un grupo de expertos de la Universidad de Monash, Australia, la cual lleva más de una década trabajando en él. Hoy los científicos han estado llevando a cabo los primeros ensayos clínicos en humanos, abriendo las puertas de un nuevo campo de la investigación ingenieril.
“Son avances que no sólo apoyen al área de la visión, si no que entregan oportunidades, por ejemplo, a personas tetrapléjicas u otras patologías que a la fecha, no cuentan con curas establecidas”, concluyó Manuel Sanhueza, director de UTEM Virtual.
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