La llegada del verano y las altas temperaturas se traduce en un aumento de la posibilidad de incendios forestales. Esto es aún más cierto bajo un contexto de cambio climático, con temperaturas que podrían llegar fácilmente a los 40°C en algunas regiones propensas a las llamas en nuestro país.
Es por lo mismo que Futuro 360 conversó con Andrés Holz, ingeniero forestal de la Universidad de Chile y director del Global Environmental Change Lab, quien discutió la creciente amenaza de los incendios forestales en los ecosistemas chilenos, abordando cuestiones cruciales relacionadas con la ciencia del fuego, la naturaleza y las estrategias de prevención.
Holz destacó que, si bien el fuego siempre ha sido parte intrínseca de estos ecosistemas, la actual frecuencia e intensidad de los disturbios representan un riesgo significativo. Atribuyó esta situación al clima más seco y al aumento de la población, señalando que los incendios a menudo son causados tanto por acciones accidentales como intencionales.
El experto resaltó la adaptación de algunas especies, como la Araucaria, a los incendios, pero subrayó que estas adaptaciones no son suficientes para hacer frente a incendios tan seguidos y fuertes. Advirtió que la inflamabilidad alcanza su punto máximo justo después de un incendio, lo que subraya la importancia de proteger áreas recientemente afectadas.
Holz también abordó el impacto negativo de las plantaciones de pino y eucalipto, especies no nativas que aumentan la inflamabilidad del entorno. Instó a una mayor protección de los bosques nativos, especialmente en áreas húmedas, donde la prevención es más efectiva debido a la estructura más densa y diversa de la vegetación.
El científico resaltó la particular vulnerabilidad del hemisferio sur, que históricamente se ha caracterizado por la regulación del clima a través del océano. Sin embargo, señaló que esta adaptación se ha centrado en incendios más débiles y menos frecuentes, lo que plantea un desafío adicional frente a eventos más intensos.
Holz concluyó la entrevista compartiendo su preocupación sobre la calidad de las plantaciones, mencionando casos donde las multas por tala irregular implican la obligación de replantar. Subrayó que estas plantaciones están mal ejecutadas, enfatizando la necesidad de abordar adecuadamente la gestión forestal para garantizar la salud a largo plazo de los bosques chilenos.
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