En conversación con Futuro 360, Andrea Ixchíu, destacada defensora de derechos humanos y comunicadora comunitaria, compartió su perspectiva sobre el papel fundamental que desempeñan los pueblos indígenas en la protección del medio ambiente y la lucha contra la crisis climática. Ixchíu resaltó cómo, durante más de 500 años, los pueblos indígenas han enfrentado múltiples crisis y han desarrollado formas únicas y sostenibles de interactuar con la tierra.
“Para nosotros, como pueblos, encontrar maneras de cuidar y sanarnos con la tierra es parte también de nuestros ritos colectivos”, explicó Ixchíu. A través de su relato, subrayó cómo el avance urbano y las malas decisiones políticas han devastado los recursos naturales de sus comunidades. “Nos tocó ver cómo el incremento de la huella urbana se comía parte del bosque colectivo, como en pocos años nuestros ríos que eran limpios, que yo crecí viendo limpios, se convirtieron en basureros”, agregó.
Ixchíu señaló que durante su infancia fue testigo del deterioro ambiental debido a decisiones administrativas erróneas. Este deterioro ha afectado gravemente la calidad de vida de su comunidad, contaminando fuentes de agua, suelos y alterando los ciclos agrícolas. “El uso de los pesticidas, el cambio en los ciclos de la agricultura, en mi pueblo y también en las señales del territorio”, lamentó.
La defensora de derechos humanos destacó que el cuidado de la tierra recae en muy pocas manos en la actualidad, una carga que a menudo se impone de manera desproporcionada a las mujeres. “Es importante que las personas se volteen a ver las formas colectivas de gestión de la vida de los pueblos indígenas. Porque ahí aprendemos la responsabilidad común que se necesita para hacer el cuidado de la naturaleza”, indicó.
Para los pueblos indígenas, la tierra es un sistema vivo que debe ser tratado con respeto. Ixchíu explicó que en su cultura, el agua y otros elementos naturales son considerados sagrados y son fundamentales para la existencia. “No podemos hablar de vida si no es en armonía con todo lo que nos rodea y eso lo practicamos cotidianamente”, afirmó.
Enfrentando retos planetarios sin precedentes, Ixchíu hizo un llamado a reconsiderar la relación entre los seres humanos y la naturaleza, promoviendo relaciones de reciprocidad entre las sociedades. “Ningún pueblo va a poder, solo, remediar los efectos de la crisis climática”, advirtió, instando a una colaboración global y un enfoque integral.
Finalmente, Ixchíu relacionó la crisis climática con modelos de desigualdad históricos y el extractivismo que ha empobrecido a muchas comunidades. “El empobrecimiento de muchas comunidades es resultado de ese modelo extractivo, de acumulación de riqueza en pocas manos, de tierra en pocas manos que ha generado violencia. Las soluciones no deben ser repetir lo que causa la enfermedad“, concluyó, enfatizando la necesidad de buscar soluciones equitativas y sostenibles para enfrentar la crisis climática.
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