Sabemos que las plantas se afectan con cosas como la falta o exceso de agua, la luz, la temperatura, la cantidad de O2 y CO2 del aire o la cantidad y calidad de sales del suelo.
Pero el neurobiólogo vegetal de la Universidad de Florencia Stefano Mancuso, asegura que las platas tienen nuestros cinco sentidos y quince más.
Es más, en una entrevista otorgada al diario español La Vanguardia, el experto italiano demostró que hay otras cosas que mueven sus vidas y dio cuenta de algunas aseveraciones que, sin duda, nos harán mirarlas con otros ojos.
- ESCUCHAN: Quizá Barry White sea un gurú de la jardinería, pues las frecuencias bajas favorecen la germinación de las semillas y el crecimiento de las plantas hacia la fuente de ese sonido, que equivale a frecuencias naturales como la del agua que corre. En cambio, hablar o cantar a las plantas es perder el tiempo.
- SABEN Y HUELEN: son muy sensibles. Perciben moléculas químicas, que es su modo de comunicación. Para ellas cada olor es un mensaje.
- SE COMUNICAN: se comunican con otras plantas de la misma especie a través de moléculas químicas volátiles. Por ejemplo, mandan mensajes de peligro. Si un insecto le está comiendo las hojas, la planta produce al instante determinadas moléculas que se difunden kilómetros y que avisan la existencia de un ataque en curso.
- PROTEGEN SU PROLE: nada de papito corazón. En un bosque denso, para que un árbol recién nacido adquiera cierta altura para hacer la fotosíntesis y ser autosuficiente, han de pasar al menos diez o quince años. Hasta entonces, será alimentado y cuidado por su familia.
- SE DEFIENDEN: ya quisieran tener la labia de Patty Cofré, pero, en vez de eso, utilizan métodos más efectivos como aumentar sus moléculas venenosas o producir proteínas indigeribles para el insecto. Muchas plantas, al ser comidas por uno, emiten determinadas sustancias que atraen a otros insectos para que depreden a su atacante.
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