Un hidrogel simple, compuesto por un polímero electroactivo, ha sorprendido a los científicos al mostrar la capacidad de “aprender” a jugar al videojuego Pong, mejorando su desempeño con el tiempo. Este hallazgo, realizado por investigadores de la Universidad de Reading en el Reino Unido, abre nuevas puertas para el desarrollo de materiales que puedan adaptarse y recordar sin necesidad de inteligencia artificial avanzada.
El gel, al conectarse a una versión adaptada de Pong mediante una matriz de electrodos, demostró una memoria emergente que le permitió aumentar su precisión en el juego, alargando los intercambios entre la “pala” controlada por el gel y la pared digital.
Según reportó ScienceAlert, El fenómeno fue observado después de que el equipo liderado por el ingeniero biomédico Yoshikatsu Hayashi descubriera que los iones dentro del gel retenían una “memoria” del movimiento.
A pesar de que el gel está lejos de ser un cerebro artificial, su capacidad para adaptarse y mejorar su rendimiento en una tarea sencilla sugiere que incluso los materiales más simples pueden exhibir comportamientos complejos, típicos de sistemas vivos.
Los investigadores ahora buscan explorar si esta memoria emergente puede llevar a un aprendizaje más avanzado en el material, lo que podría revolucionar la forma en que entendemos y utilizamos materiales en diversas aplicaciones tecnológicas.
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