Usuarios aprenden y reconocen la naturaleza de EE.UU. gracias a un videojuego

Desde el lanzamiento de la épica precuela, Red Dead Redemption 2 (RDR 2) de Rockstar Games en 2019 no ha dejado de entregar nuevos reconocimientos. Uno de ellos, desacato su calidad gráfica y animaciones en un nuevo rol de usuario, los naturalistas. 

RDR 2 sumerge a los usuarios en el Oeste Americano de 1899, donde se convierten en el pistolero forajido, Arthur Morgan, miembro de la infame banda Van Der Linde.

El estudio realizado por la Universidad de Exeter, en Reino Unido, junto a Truro and Penwith College demostraron que los usuarios de RDR 2 son capaces de aprender y reconocer sobre la vida salvaje de Estados Unidos mediante este videojuego.

Lee también: ¿Es apropiación cultural utilizar el traje típico de otro país cuando viajas?

Para llegar a estos resultados, el equipo estudió a 586 personas pertenecientes de 55 países, 444 de ellos jugaban constantemente RDR 2 (entre 40 a 50 horas semanales).

Mediante un cuestionario, donde se presentaban imágenes reales de animales típicos de EE.UU., descubrieron que los voluntarios eran capaces de identificar entre 10 a 15 especies, mucho más que quienes no habían jugado.

Crédito: Red Dead Redemption 2

“Además de aprender a identificar la vida silvestre, algunos jugadores informaron haber aprendido sobre el comportamiento y la ecología de los animales“, detallaron los investigadores.

Lee también: Momias Chinchorro son declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

El videojuego cuenta con un diverso hábitat y clima, donde existen más de 200 especies que poseen un comportamiento y respuesta única según el área donde se encuentran. Esto es gracias a sus altos niveles de gráficas, las cuales son mucho más sensibles y detalladas que las presentadas en la primera entrega de Read Dead Redemption, lanzado en 2010.

“Muchos de los animales no solo se ven y se comportan de manera realista, sino que interactúan entre sí. Las zarigüeyas se hacen las muertas, los osos cargan por el farol y las águilas cazan serpientes”, explicó la Dra. Sarah Crowley del Centro de Geografía y Ciencias Ambientales de la Universidad de Exeter.

Sin duda estos resultados, publicados en People and Nature, demuestran cómo los viejos juegos están incorporando -inconscientemente- un rol educativo dentro de sus temáticas.