En cada época navideña, la figura de Papá Noel, Santa Claus o el Viejito Pascuero toma protagonismo y mantiene a los más pequeños impacientes con su llegada, con la promesa de varios regalos bajo el árbol de Navidad.

Algunos adultos han indicado que esta figura regordeta, que vive en el Polo Norte y entrega regalos por todo el mundo en solo una noche, nunca existió y se trata de una tradición inventada por las empresas comerciales para aumentar el consumismo.

Sin embargo, gracias a los mitos y leyendas de cada país, su historia se ha masificado. Si bien Papá Noel no existió como lo conocemos, su obra está inspirada en una persona real: San Nicolás.

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Según detalla el registro catalogado del Vaticano, San Nicolás fue un obispo en Turquía que nació aproximadamente en el año 270 d.C. en el ceno de una familia acaudalada.

Crédito: Vaticano

Desde pequeño se sintió atraído por la caridad y se convirtió en monje, peregrinando a Palestina y Egipto, hasta llegar a la Tierra Santa.

Debido a sus viajes, se convirtió en una figura ampliamente reconocida por Europa, ya que siempre se le vio con una sotana verde y un saco lleno de regalos para entregarle a los niños.

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Antiguamente, Santa Claus se vestía de verde, pero en 1931 cambió al color rojo debido a la comercialización y propaganda de Coca-Cola.

Tras su muerte, su tumba fue dispuesta en Myra, ciudad donde nació, y se volvió un centro de peregrinación. Ahora, investigadores han encontrado su tumba que se encontraba oculta por casi 2 mil años.

La tumba se encuentra en una iglesia. Lo que detallan los arqueólogos es que sus huesos fueron robados hace siglos, pero su sarcófago sobrevivió.

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