Sin dudas, uno de los miedos colectivos provocados por los medios audiovisuales más recurrente es la idea de un apocalipsis zombi. Ahora, con el estreno de la serie de HBO The Last Of Us, una nueva forma de expansión de la “plaga de los muertos vivientes” llegó para quedarse: los hongos parásitos.
Y es que la idea original con la que se creó el videojuego homónimo, surgió de un documental narrado por David Attenborough en 2006, llamado Planet Earth. En este, el divulgador científico expuso a la cepa de hongos parásitos Ophiocordyceps, la cual se apodera del cuerpo de una especie de hormigas.
Este particular organismo micológico es conocido como el “hongo zombi”. Todo, porque infecta y se apodera del cuerpo de su huésped. Una vez que está adentro de su víctima, el hongo infecta su sistema nervioso, cambiando su comportamiento radicalmente. Esto obliga que estas pobres hormigas trepen a lugares inhóspitos, donde el Ophiocordyceps termina de florece, acabando con la vida del insecto.
Al igual que cualquier otro organismo parásito, la meta de este hongo es infectar a la mayor cantidad de huéspedes posibles; por lo que libera sus esporas a la mayor altura posible, para infectar a sus víctimas silenciosamente.
¿Se puede transmitir a los humanos?
Y a pesar de que este hongo parasitario es bastante peligroso para las hormigas, no representa ningún peligro para las personas. ¿La razón? Este organismo no puede sobrevivir al interior del cuerpo humano, debido a que no soporta su temperatura. Es por lo mismo, que el Ophiocordyceps busca organismos ectotermos para propagar su siniestra semilla.
Sin embargo, esto podría cambiar. Al igual que como se explica en el primer episodio de The Last Of Us, los hongos pueden evolucionar para volverse resistentes a las temperaturas del cuerpo humano.
this is the scariest thing that will ever come out of this show… #TheLastOfUs pic.twitter.com/vrMuysaN0F
— jordan ᱬ (@sapphicapologst) January 16, 2023
Una cepa de hongos lo logró: la C. auris. Y si bien, no muchas personas fallecen producto de su infección; algunos de sus familiares más antiguos si provocaron comportamientos erráticos en sus huéspedes. Tal fue el caso del Claviceps purpurea, el cual se relaciona directamente con los Juicios de las Brujas de Salem. Todo, porque este hongo infectó una gran cantidad de cosechas, provocando psicosis, manía y alucinaciones en los infectados.
Si en algún momento, el Ophiocordyceps quisiera evolucionar, su propagación se transformaría en un real peligro para la humanidad. Un miedo constante que, según reporta IFL Science, producto del calentamiento global y el cambio climático, cuenta con bajas (pero no nulas) probabilidades de ocurrir.
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