Se dice que, desde la llegada de las redes sociales, la sociedad moderna se ha vuelto más conflictiva. Pero nuestros antepasados no se quedan atrás.
Las tablillas de maldición eran muy utilizadas en la antigüedad. Los supuestos conjuros se tallaban en finas láminas de plomo, con la intención de pedir a los dioses, espíritus o difuntos que realizaran una acción negativa sobre una persona u objeto. El uso de tablillas de maldición y los rituales asociados se extendieron durante mil años, a medida que se expandía el Imperio Romano.
Las tabletas fueron utilizadas por todos los miembros de la sociedad, independientemente de su estatus económico o de clase, y se descubrieron unas 1.700 tabletas que datan principalmente de entre el 500 a. C. y el 500 d. C.
Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg (JGU) de Mainz, Alemania, ha estado sondeando el papel que jugaron de las tablillas en la sociedad romana, y cómo tienen una terminología similar al Libro de Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento.
Apocalipsis combina tres géneros literarios diferentes: epistolar, apocalíptico y profético. Aunque la identidad precisa del autor, que se conoce como Juan, ha sido durante mucho tiempo un tema de debate, se estima que el libro fue escrito en algún momento durante el primer siglo d.C.
“Hay aspectos de las inscripciones y prácticas relacionadas con las tabletas de maldición en Apocalipsis”, explicó Michael Hölscher, investigador de la Facultad de Teología Católica de JGU e investigador principal a Heritage Daily.
De acuerdo a Hölscher, en Apocalipsis los investigadores encontraron palabras y frases muy similares a las que aparecían en las tablillas de maldiciones, aunque no aparecen citas textuales reales de estas últimas.
Como evidencia, el investigador apunta a ejemplos concretos del libro de Apocalipsis sobre el lenguaje y los rituales que se encuentran en las tablillas, citando, por ejemplo, la descripción de un ángel que arroja una piedra al mar con las palabras “Así, con violencia, esa gran ciudad”, Babilonia sea derribada “y no se la vuelva a encontrar más”.
En las siete cartas de Apocalipsis, el gobierno romano y el culto al emperador se describen como fenómenos demoníacos y satánicos, de los que la minoría cristiana se esforzaba por aislarse. Los investigadores esperan que la superposición entre las tabletas de maldición y el Libro de Apocalipsis proporcione una visión de cómo los primeros cristianos se inmiscuyeron en el antiguo mundo romano.
Como parte del proyecto “Rituales desencantados” financiado por la Fundación Alemana de Investigación, el propósito de la investigación es comprender cómo la humanidad ha percibido y superado los desafíos a lo largo de la historia.
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