Desde los días de Aristóteles, filósofos han debatido si es que los humanos podemos “escuchar” el silencio. Pero, ¿tiene el silencio algún tipo de presencia sonora o simplemente es la ausencia total de sonido? Un grupo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos dicen que sí.
Llevando a cabo una serie de innovadores experimentos y explorando el fenómeno de “la ilusión de uno es más”, los investigadores pusieron a prueba esta ilusión, pero reemplazando los sonidos con silencio.
“La ilusión de uno es más” es cuando se engaña a nuestros cerebros haciéndonos creer que dos sonidos distintos son más cortos que un solo sonido, a pesar de que en realidad su duración total es la misma.
Desarrollando siete experimentos, con mil voluntarios en total, sorprendentemente el equipo descubrió que la ilusión sí funcionaba. En palabras más simples, la investigación dice que un solo silencio continuo se percibe como más largo que dos silencios separados, aunque en realidad tengan la misma duración total.
Este hallazgo plantea la fascinante pregunta de si el silencio también tiene una “voz” propia.
“El silencio, sea lo que sea, no es un sonido, es la ausencia de sonido. Sorprendentemente, lo que sugiere nuestro trabajo es que nada es también algo que se puede oír“, explicó Rui Zhe Goh, estudiante de posgrado en filosofía y psicología de la Universidad Johns Hopkins.
¿Cómo se realizaron los experimentos?
Para llevar a cabo los experimentos, los mil participantes realizaron siete pruebas diferentes. Además de la ilusión de “uno es más”, se efectuaron otras pruebas relacionadas con silencios parciales y silencios con distintas distancias entre ellos. En algunos casos, se utilizaron ruidos de fondo, como restaurantes concurridos y estaciones de tren para contextualizar los silencios. En todos los experimentos, los efectos observados fueron consistentes: el silencio parecía procesarse de la misma manera que el sonido.
“Los tipos de ilusiones y efectos que parecen ser exclusivos del procesamiento auditivo de los sonidos también se aplican a los silencios, lo que sugiere que realmente también escuchamos la ausencia de sonido”, indicó el filósofo y psicólogo de la Universidad Johns Hopkins, Ian Phillips.
Este estudio pionero en la investigación del silencio podría tener importantes implicaciones en el ámbito de la audición y el tratamiento de problemas auditivos. Los investigadores ahora se plantean la siguiente pregunta: ¿cómo percibimos el silencio cuando está completamente desconectado del sonido, sin estar incrustado en él como en estos experimentos?
Este emocionante estudio fue publicado en la revista PNAS.
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