En la comuna de Renca, en la intersección de las avenidas El Montijo oriente con Salvador Allende, el hallazgo de un inusual conjunto arqueológico contribuirá al rescate patrimonial más extenso del Valle Central.
Con anterioridad a los hallazgos del extenso predio de 17 hectáreas, donde a futuro se emplazará la infraestructura de los talleres de mantenimiento y las cocheras para la flota de 37 trenes que tendrá la Línea 7 del Metro de Santiago, solo se contaba con evidencia de pueblos cazadores recolectores en el Valle Central gracias a investigaciones científicas en cordones cordilleranos, pero no en la cuenca de Santiago en el Valle del Mapocho.
“Estos hallazgos son de gran relevancia para el patrimonio cultural de nuestro país, ya que en el sitio es posible reconocer una de las secuencias cronoculturales más completas de Chile Central, que abarcaría los últimos 11.000 años hasta el presente”, explica en un comunicado Consuelo Carracedo, arqueóloga de Metro.
En la unidad de excavación donde se encontró la mayor cantidad de materiales, habría estado emplazado hace miles de años, un taller lítico de paso junto al lecho del Río Mapocho. Este habría sido un sector privilegiado para ocupaciones de cazadores recolectores, preferentemente durante la temporada estival debido a las condiciones climáticas favorables en una zona rodeada de cerros y cursos de agua.
Producto de las dinámicas aluviales del río Mapocho en la antigüedad, en este sector se generó una llanura de inundación que formó un depósito de sedimentos finos durante el Holoceno, así, lentamente se fueron sedimentando y sellando los depósitos de antiguas ocupaciones.
Eso facilitó la conservación de distintos materiales, como por ejemplo evidencias orgánicas, tales como:
- Restos humanos
- Semillas
- Vellones de animales
- Partes de huesos de guanacos con huellas de corte
Además de otros materiales como puntas de proyectil y fragmentos de vasijas correspondientes a culturas posteriores. Ese proceso de sellado permitió que los hallazgos arqueológicos de talleres y cocheras de Línea 7 se hayan podido conservar en perfectas condiciones ambientales durante miles de años.
En el sector también se han encontrado un número importante de fogones, lo que permite estudiar cómo fue el uso del espacio y las dinámicas sociales al interior de un campamento de cazadores recolectores de la antigüedad, de los cuales aún se conoce muy poco, dado la escasa preservación de evidencias asociadas a su estilo de vida nómade, motivado por la caza de animales y la recolección de vegetales y materias primas para su subsistencia.
“Este proyecto es un gran ejemplo de que el desarrollo y la protección del patrimonio pueden ir de la mano. El sitio arqueológico que visitamos hoy corresponde al sitio de mayor antigüedad del valle del Maipo-Mapocho y el trabajo realizado por los profesionales de Metro, gracias al apoyo del Consejo de Monumentos Nacionales nos permitirá comprender el modo de vida de los primeros habitantes de nuestra ciudad”, expresó la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez Dattari.
Gracias a la labor dedicada por distintos equipos de arqueólogos, apoyados por un amplio grupo de otros profesionales como asistentes, excavadores, conservadores, antropólogos físicos, geólogos y topógrafos, desde el año 2020 a la fecha, se han logrado identificar más de 181.000 piezas arqueológicas (sin contabilizar los materiales del sector que se encuentra actualmente en excavación), que evidencian ocupaciones humanas, algunos de los cuales que podrían contar con una cronología cercana a los 11 mil años de antigüedad a.C..
“Nuestro equipo de Arqueología se encarga de gestionar y evaluar los terrenos para determinar si existen o no bienes arqueológicos en el subsuelo de las zonas donde se ejecutarán trabajos de construcción. Para ello, sumamos la opinión de expertos de la academia que nos apoyan en la definición de criterios arqueológicos que presentamos para aprobación al Consejo de Monumentos Nacionales (…)”, comentó el gerente corporativo de Ingeniería de Metro de Santiago, Rodrigo Terrazas.
Otros aspectos de los hallazgos arqueológicos
En términos de cronologías y grupos culturales, los contextos arqueológicos encontrados en el sitio, presentan objetos diagnósticos con atributos que nos permiten vincularlos con:
- El Período Arcaico (11.000 a 300 a. C.)
- El Período Alfarero Temprano (300 a. C. al 1.000 d. C.)
- El Período Intermedio Tardío o Tardío (1.000 a 1.536 d. C.)
- El Período Histórico Colonial (1.536 a 1.810 d. C.)
“Poder contar con una gran densidad de materiales de un espectro amplio de períodos temporales muy diversos en un mismo espacio físico sin intervención urbana, es algo inédito en el Valle Central”, comenta la arqueóloga del tren subterráneo, Consuelo Carracedo.
A nivel general, entre los hallazgos arqueológicos encontrados en obras de Metro, hay piezas de distintas cronologías y materialidades, como vidrios, elementos metálicos, cerámicas, elementos de piedra, huesos de animales, restos humanos, entre otros.
En el caso de Línea 7, Metro se encuentra en la etapa de excavaciones de piques, galerías y túneles en 40 frentes de trabajo, entre piques de futuras estaciones, piques de construcción y futuras ventilaciones.
Puntualmente en el sector de talleres y cocheras, la excavación arqueológica ha sido bastante extensiva en el tiempo y espacio, existiendo facilidades de parte del Consejo de Monumentos Nacionales en lo relativo a su liberación por etapas.
En tal sentido, hoy existen sectores en fase constructiva, otros en trámite de liberación y las últimas áreas bajo excavación arqueológica.
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