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(CNN en Español) — El FBI investiga la masacre de Buffalo, en la que murieron 10 personas, como un “crimen de odio” y un caso de “extremismo violento” por motivos raciales. El tiroteo pone nuevamente bajo el foco una realidad que ha alimentado masacres y otros actos en Estados Unidos: la discriminación y el odio racial. Y que, además, hace que un porcentaje considerable dentro de los grupos minoritarios viva con miedo.

Un hombre blanco de 18 años disparó y mató a 10 personas e hirió a otras tres en un supermercado de un área predominantemente negra de Buffalo, Nueva York. El odio, que según las autoridades motivó el crimen, estuvo en la base de múltiples masacres a lo largo y ancho del país en los últimos años.

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Aquí, las definiciones y cifras clave para comprender lo que está sucediendo.

Discriminación racial, un concepto con múltiples dimensiones

En la base de todas las formas de discriminación, explica Amnistía internacional, están “el prejuicio basado en conceptos de identidad y la necesidad de identificarse con un grupo determinado”.

El resultado puede ser la división, el odio y la deshumanización de personas que tienen una identidad diferente a aquel que discrimina.

La discriminación racial puede definirse como toda “distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico”, según la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación Racional —un tratado internacional de amplio alcance sobre la temática—, que tenga como fin o resultado “anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.

Dicho de manera más sencilla, implica negar a las personas sus derechos humanos por las variables mencionadas que además de raza incluyen otros cuatro motivos, entre ellos el origen nacional o étnico.

Por tanto, la discriminación racial puede ser aquella contra las personas negras, pero también contra los judíos, los migrantes y los indígenas, entre otros múltiples grupos.

Odio racial

El odio racial puede definirse sintéticamente como “el odio contra un grupo de personas por su color, raza, nacionalidad u origen étnico o nacional”, según Oxford, una definición que coincide con la de legislaciones nacionales como la del Reino Unido.

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Vinculado a este concepto está el de crímenes de odio. Tal como explica el Departamento de Justicia de Estados Unidos, estos son delitos motivados por “prejuicios de raza, color, religión, origen nacional, orientación sexual, género, identidad de género o discapacidad”.

Extremismo violento

Los crímenes de odio son una forma de extremismo violento, según la definición del FBI.

Esta práctica pueden implicar además “alentar, absolver, justificar o apoyar la perpetración de un acto violento para alcanzar objetivos políticos, ideológicos, religiosos, sociales o económicos”, dice un sitio de la agencia de divulgación de información sobre esta temática.

A los extremistas violentos los motivan “creencias y valores —o ideologías— distorsionados”, explica la agencia. Muchas ideologías de este tipo se basan en el odio a una raza o grupo étnico pero también a una religión, sexo, gobierno o país.

Los extremistas violentos piensan que su estilo de vida o sus creencias están bajo ataque y que la violencia es la solución. En ocasiones distorsionan las enseñanzas que recibieron, por ejemplo las de carácter religioso, para justificar sus posicionamientos.

Los supremacistas blancos extremistas están dentro de esta categoría, que también incluye a otros grupos como los extremistas religiosos y anárquicos, entre otros.

No existe una única razón que explique por qué las personas se convierten en extremistas violentos, dice el FBI, pero puede estar vinculado a “llenar una profunda necesidad personal”, por ejemplo sentir que sus vidas carecen de sentido. Las personas que están atravesando experiencias dolorosas, aislamiento y frustración también pueden ser objeto de aquellos que quieren reclutar individuos para sus ataques extremistas.

En los crímenes de odio la víctima no es solo el objetivo del ataque

Las personas que son víctimas de crímenes de odio son más propensas a experimentar problemas psicológicos que las que son objeto de otros delitos, según la Asociación de Piscología Estadounidense. Esto incluye estrés postraumático, preocupaciones por la seguridad, depresión, ansiedad e ira.

Pero además, según la asociación, “los delitos de odio envían mensajes a los miembros del grupo de la víctima de que no son bienvenidos y no están seguros en la comunidad, victimizando a todo el grupo y disminuyendo los sentimientos de seguridad y protección”.

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Al respecto, el Departamento de Justicia explica que el efecto de los crímenes de odio en las comunidades es más amplio que el de la mayor parte de los otros crímenes: las víctimas no son solo el objetivo inmediato del delito, sino también otros como ellos.

No es una percepción: los crímenes de odio escalan en EE.UU.

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Más de 10.000 personas denunciaron en 2020 haber sido víctimas de un crimen de odio por su raza o etnia, orientación sexual, género, religión o discapacidadsegún un reporte del FBI publicado en octubre de 2021. Se trata de la mayor cifra en 12 años.

Los ataques dirigidos a personas negras aumentaron de 1.972 a 2.871, y aquellos contra asiáticos pasaron de 161 a 279, según los datos. El número de ataques contra judíos, mientras tanto, se se redujo de 963 en 2019 a 683 en 2020 de acuerdo al informe.

La categoría de incidentes de crímenes de odio en los que una víctima fue objeto de un ataque por su raza, etnia o ascendencia tuvo el mayor aumento de 2019 a 2020: 8.052 incidentes en comparación con 3.954 el año anterior.

Una abrumadora mayoría del 56% fue contra personas negras.

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El Departamento de Justicia y el FBI están obligados, en virtud de una ley federal de 1990 denominada Ley de Estadísticas de Crímenes de Odio, a publicar un informe anual con las cifras sobre este tipo de delitos.

El informe constituye la visión más completa de los crímenes de odio en todo el país, pero es probable que exista un gran subregistro ya que los organismos encargados de hacer cumplir la ley no están obligados a presentar sus datos al FBI para el informe.

El miedo en cifras

A uno de cada tres adultos negros en Estados Unidos aproximadamente (el 32%) le preocupa todos los días, o casi todos los días, que lo puedan amenazar por su raza, según un estudio publicado en mayo por el Pew Research Center.

Esta preocupación se extiende a otros grupos: entre los estadounidenses de origen asiático asciende a un 21% y entre los hispanos al 14%. El porcentaje cae de manera significativa entre los blancos: un 4% tiene esa preocupación.

La preocupación por su seguridad personal ha hecho que muchos cambien sus rutinas. Aquí, el grupo más impactado es el de los estadounidenses de origen asiático, donde un 36% introdujo modificaciones.

Entre las personas negras, un 28% implementó cambios en sus cronogramas, según el estudio de Pew, cifra que asciende al 22% entre los hispanos y 12% entre los blancos.

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