Para algunas personas, realizar actividades moderadamente atractivas como ducharse o caminar puede ser el epicentro para el desarrollo de ideas.
Así lo describe el académico Zac Irving de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos, quien publicó un nuevo estudio titulado “por qué una mente errante a veces encuentra soluciones creativas a un problema cuando una persona está involucrada en una tarea “sin sentido”.
Comprometido con su estudio, el profesor de psicología se dedicó a investigar por qué las mejores ideas surgen en estas situaciones no convencionales, revelando que el secreto se encuentra en que la tarea en cuestión no es absurda, y requiere un nivel moderado de compromiso.
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“Digamos que está atascado en un problema. ¿Qué haces? Probablemente, no sea algo abrumadoramente aburrido como ver cómo se seca la pintura. En cambio, haces algo para mantenerte ocupado, como salir a caminar, hacer jardinería o tomar una ducha. Todas estas actividades son moderadamente atractivas”, ejemplifico Irving.
Lluvia de ideas
Analizando dos estudios previos, Irving con su equipo encontraron que las actividades aburridas conducen a la generación de ideas, mientras que las actividades atractivas pueden hacerlo al alentar la divagación productiva de la mente.
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La explicación de este efecto, para el equipo, es que ducharse provoca la generación de ideas creativas, unas que requieren equilibrio entre el pensamiento de líneas y centrado (el que limita la originalidad), y las asociaciones aleatorias ilimitadas.
Entonces, actividades como caminar permiten lograr este equilibrio y permiten a la mente divagar en un entorno atractivo que impone algunas restricciones en el pensamiento, permitiendo tener una “lluvia” de ideas.
La investigación fue publicada en la revista Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts.
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