En las costas del Continente Antártico, un grupo de científicos descubrió restos preservados en excelentes condiciones de especies de pingüinos de hace más de 5.000 años. La momificación natural se debería a las bajas temperaturas del sector.
Los cuerpos fueron descubiertos en 2016 en el Cabo Irízar, un sector rocoso del Mar de Ross al este de la Antártica. Además, los expertos encontraron huesos y plumas de pingüinos Adélie en perfecto estado, recolectándolos para analizarlos por 7 años antes de describir el descubrimiento en un paper relativamente recientemente publicado.
Un sorprendente descubrimiento
Los expertos quedaron sorprendidos con el descubrimiento, ya que nadie había descubierto colonias del ave en el sector desde comienzos del siglo XX, cuando Falcon Scott y un equipo de exploradores realizaron una expedición por la Antártica.
Según reportó IFLScience, diferentes exámenes de radiocarbono apuntaron que los restos eran sumamente antiguos a pesar de su apariencia, con los más antiguos datando de hace 5.000 años y los más recientes de hace 800.
Asimismo, la investigación reveló que los cuerpos de las aves estaban efectivamente momificados gracias a las bajas temperaturas del Continente Blanco, las que previnieron que las bacterias descompusieran los cadáveres.
Steven Emslie, investigador de la Universidad de Carolina del Norte Wilmington a cargo del texto que detalla los hallazgos, afirmó “en todos los años que he realizado investigaciones en la Antártica, nunca había visto un sitio arqueológico como este“.
Finalmente, la investigación reveló que la última vez que el sitio fue poblado fue en la Edad Media (del 800 al 1.300) donde las temperaturas fueron en promedio -2°C más frías que el promedio en el Mar de Ross.
Si bien, el estudio fue publicado en 2020, recientemente en redes sociales el hallazgo llamó la atención. Un estudio que nos demuestra que la naturaleza contaba con la capacidad de momificar mucho antes de que los humanos descubrieran como hacerlo.
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