Después de más de 500 millones de años en el planeta, el éxito evolutivo de las medusas es innegable a pesar de que no poseen un cerebro como tal. Pero, este animal marino sería más inteligente de lo que piensas.
Por primera vez, los científicos han descubierto que las medusas pueden aprender de experiencias pasadas y cambiar su comportamiento, a pesar de carecer de este órgano.
En específico, la medusa caja caribeña (Tripedalia cistophora), venenosa y cuyo tamaño es similar a la punta de un dedo, utiliza su impresionante sistema visual de 24 ojos, para alimentarse de pequeños copépodos entre las raíces de los manglares.
Esta tarea no es fácil, pues si se desplazan demasiado pronto, no tendrán tiempo suficiente para atraparlos. Pero si se vuelven demasiado tarde, corren el riesgo de chocar con la raíz y dañar sus cuerpos gelatinosos.
“Nuestros experimentos muestran que las medusas utilizan el contraste, es decir, qué tan oscura es la raíz en relación con el agua, para evaluar la distancia a las raíces, lo que les permite alejarse nadando en el momento justo. Aún más interesante es que la relación entre la distancia y el contraste cambia diariamente debido al agua de lluvia, las algas y la acción de las olas”, afirma en un comunicado Anders Garm, neurobiólogo.
Uno de los atributos más avanzados del sistema nervioso es la capacidad de cambiar el comportamiento como resultado de la experiencia: recordar y aprender.
“El hallazgo de la medusa de caja es muy importante porque muestra que un sistema nervioso centralizado, o cerebro, no es necesario para el aprendizaje asociativo”, agrega Pamela Lyon, bióloga cognitiva de la Universidad de Adelaida, en Australia.
Los resultados de la nueva investigación rompen con las percepciones científicas anteriores sobre lo que son capaces de hacer los animales con sistemas nerviosos simples como esta especie
“Para la neurociencia esta es una gran noticia. Esto sugiere que el aprendizaje avanzado puede haber sido uno de los beneficios evolutivos más importantes del sistema nervioso desde el principio. “, afirma Garm.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Current Biology.
Deja tu comentario