(CNN) – Los detectives aficionados a lo sobrenatural estarán pegados a las pantallas el próximo fin de semana para intentar descubrir la verdad que se esconde tras el mayor misterio de Escocia.
“Cazadores de monstruos” de países tan lejanos como Japón y Nueva Zelandia sintonizarán las retransmisiones en vivo del lago Ness, en Escocia, con la esperanza de resolver el antiguo debate acerca de la existencia o no del famoso monstruo, cariñosamente llamado Nessie.
La leyenda del monstruo del lago Ness existe desde tiempos remotos, aunque la historia cobró fuerza a partir de 1933, cuando la prensa escocesa informó de avistamientos de un “dragón o monstruo prehistórico”.
La noticia derivó en una serie de investigaciones, muchas de las cuales fueron desacreditadas desde entonces como un engaño.
Paul Nixon, director del Centro del Lago Ness, dijo a CNN que unos 100 voluntarios buscarán señales de vida en las orillas del lago, mientras que otros tantos vigilarán el lugar a distancia.
Los voluntarios, que aún pueden inscribirse para participar en línea, tendrán que mantener los ojos bien abiertos mientras se centran en las imágenes tomadas desde cuatro webcams situadas en puntos estratégicos del lago.
“Los voluntarios vigilarán el agua”, explica Nixon. “Si detectan algo, esperamos que lo filmen y luego lo envíen a nuestro portal en línea”.
El lago Ness es una de las mayores masas de agua de las islas británicas, con 35 kilómetros de longitud y más de 228 metros de profundidad.
El centro, que reabrió sus puertas a principios de este año tras un proyecto de remodelación de US$ 1,9 millones, se encuentra en el emplazamiento del antiguo Hotel Drumnadrochit, donde hace 90 años su entonces gerente, Aldie Mackay, declaró haber visto una “bestia acuática”.
Ahora la atracción interactiva ha unido fuerzas con Loch Ness Exploration (LNE), un equipo de investigación independiente y voluntario, para recorrer las aguas como nunca antes con la esperanza de descubrir algunas respuestas.
Cada mañana, los voluntarios recibirán instrucciones de Alan McKenna, fundador de LNE, sobre lo que deben buscar, incluidas señales de “arenques rojos” y otros movimientos marinos que pueden pasarse por alto.
Los organizadores afirman que se trata de la mayor “vigilancia de superficie” desde que la Oficina de Investigación del Lago Ness (LNIB, por sus siglas en inglés) estudió el lago en 1972, cuando los voluntarios también buscaban a la mítica bestia, pero sin equipos de alta tecnología.
Bautizada como “la búsqueda”, la actividad contará con equipos de vigilancia que nunca antes se habían utilizado allí, como drones térmicos para obtener imágenes desde el aire mediante cámaras de infrarrojos y un hidrófono para detectar señales acústicas bajo el agua.
Nixon asegura que: “Lo diferente de nuestra búsqueda esta vez es que, obviamente, nuestros voluntarios irán armados con teléfonos móviles y podrán captar cualquier movimiento con mayor precisión y regularidad”.
En un comunicado de prensa, McKenna dijo: “Desde que iniciamos LNE, nuestro objetivo siempre ha sido registrar, estudiar y analizar todo tipo de comportamientos y fenómenos naturales que puedan resultar más difíciles de explicar”.
Al hacer un llamamiento a los cazadores de monstruos jóvenes para que se apunten, añadió: “Esperamos inspirar a una nueva generación de entusiastas del lago Ness y, uniéndose a esta vigilancia de la superficie a gran escala, tendrán una oportunidad real de contribuir personalmente a este fascinante misterio que ha cautivado a tanta gente de todo el mundo”.
Nixon señaló que, una vez finalizado el fin de semana, se cotejarán y analizarán los avistamientos y se harán públicos los resultados.
“Creo que hay muchas posibilidades de que se vea algo este fin de semana, pero entonces, por supuesto, surge la pregunta de qué será”, dijo.
“Sin duda tendremos suficientes ojos en el agua, sólo necesitamos unas buenas condiciones para avistar”, añadió.
Deja tu comentario