Un nuevo estudio, publicada en Nature Ecology & Evolution, ha revelado que la vida en la Tierra surgió mucho antes de lo que se pensaba. Analizando los genomas de organismos actuales, los científicos han determinado que el último ancestro común universal (LUCA) apareció hace aproximadamente 4.200 millones de años. Este hallazgo sugiere que la vida comenzó a desarrollarse cuando la Tierra aún era un planeta joven.
En los primeros tiempos, la Tierra era muy diferente, con una atmósfera tóxica para la vida actual. El oxígeno no estuvo presente en cantidades significativas hasta hace unos 3.000 millones de años.
Sin embargo, la vida surgió mucho antes. Los fósiles de microbios más antiguos tienen 3.480 millones de años, y se cree que las condiciones en la Tierra eran estables para soportar vida hace unos 4.300 millones de años.
Debido a la erosión y otros procesos geológicos, la evidencia de esa vida temprana es difícil de encontrar. Así que un equipo de científicos, liderado por el filogenetista Edmund Moody de la Universidad de Bristol, recurrió a los genomas de organismos vivos y al registro fósil para obtener respuestas. Utilizaron un “reloj molecular” para calcular la tasa de mutaciones y determinar cuánto tiempo ha pasado desde que los organismos actuales se separaron de sus ancestros comunes.
El estudio reveló que LUCA era probablemente un procariota, un organismo unicelular sin núcleo, y que no dependía del oxígeno. Además, LUCA poseía un sistema inmunológico temprano, lo que indica que ya estaba en una “carrera armamentista” con virus hace 4.200 millones de años.
“Nuestro trabajo muestra cuán rápidamente se estableció un ecosistema en la Tierra temprana. Esto sugiere que la vida puede estar floreciendo en biosferas similares a la Tierra en otras partes del Universo“, concluyó Philip Donoghue, paleobiólogo de la Universidad de Bristol, en conversación ScienceAlert.
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