Un total de 14 jirafas regresaron a su hogar natal en el Parque Nacional Iona, en Angola, después de que la especie fuera expulsada en la década de los noventa por una guerra civil.
En un viaje de 1.300 kilómetros a lo largo de la costa suroeste de África, los animales fueron trasladados desde Namibia y tras una caminata que tomó más de 36 horas, “la pandilla” llegó a salvo al parque el pasado 5 de julio.
De este modo, los especímenes angoleños fueron reubicados con éxito, como parte de un esfuerzo de conservación para restaurar y enriquecer la biodiversidad del lugar.
“La reintroducción (…) es un hito notable en el viaje de conservación de Angola. Este importante esfuerzo demuestra nuestro compromiso con la preservación del patrimonio natural de nuestro país. Juntos, estamos construyendo un futuro donde prosperen tanto las personas como la vida silvestre”, expresó en un comunicado Abias Huongo, Secretario de Estado del Ministerio de Medio Ambiente (MINAMB) del país.
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Aunque las poblaciones de jirafas en general han disminuido en los últimos 35 años por la pérdida de hábitat, la caza furtiva y otros factores, los esfuerzos de conservación han tenido efectos positivos y varias poblaciones han comenzado a recuperarse.
Por su parte, Stephanie Fennessy, directora ejecutiva y cofundadora de la Fundación para la Conservación de las Jirafas, planteó que “es un logro extraordinario para la conservación de las jirafas en Angola, sl reintroducir las jirafas en su área de distribución histórica (…). Esperamos continuar trabajando en estrecha colaboración con todos los socios involucrados para el éxito a largo plazo de este proyecto”.
La dieta de estos animales jugará un papel crucial en la distribución de la vegetación y la dispersión de las semillas. Su regreso a casa es una parte importante del restablecimiento de los procesos ecológicos de la región.
La translocación fue patrocinada por la Fundación Wyss y la Fundación para la Conservación de la Jirafa.
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